Han pasado más de tres semanas desde la última vez que estos
(Erik y Garbi) escribieron algo para vosotros, y parece que no están por la
labor de hacerlo, así que nos vamos a dignar nosotras, sus bicicletas, a tomar
la pluma.
Ya ha llovido mucho desde la anterior entrada; de hecho no
sólo ha llovido, ha nevado, granizado y hecho el sol que se supone debía hacer
por estas fechas... Aunque ¡seguimos mojándonos!
La última vez que estos pedaleantes escribieron fue desde la
ciudad de Huánuco, la cual se enorgullece de tener el “mejor clima del mundo”,
y la verdad, a nosotras que se nos estremecen las bielas en cada abra (paso
montañoso), el clima de Huánuco nos pareció ideal.
Pero, aquí los ciclistas, no parece ilusionarles esto de estar
en “buenas” condiciones y de ésta cálida ciudad que se encuentra a menos de 2.000
m.s.n.m. deciden ponerse y ponernos en día y medio en la fría ciudad de Cerro
de Pasco, como les cuenta un hombre, el lugar donde “el cóndor lleva doble
collarín”, por aquello del frío. Y además, no sólo nos pega el frío: antes de
llegar a los 4.300 de Cerro nos cae tremendo granizo, que al calvito que yo
llevo encima le azota bien en las orejas haciéndole maldecir durante toda la
subida, ¡¡jajaja!! Al llegar a la pampa o altiplano que sucede a esta ciudad, la
parejita decide tomarse algo caliente mientras nos dejan a nosotras fuera, como
si una fuera de hierro…
El cielo lo domina todo |
Una de nuestras anfitrionas estas etapas |
Este día y el siguiente recorremos la extensa estepa. Parecen
estar en buena forma estos pájaros, ya que sobre los 4.000 recorren más de 90
kilómetros al día y a un muy buen ritmo. O más probablemente es la necesidad de
entrar en calor la que nos aprieta los pedales... La cosa es que pasan el
monumento a la Batalla de Junín, haciendo hondear las banderas allí presentes debido
a la velocidad con la que nos llevan. Esta batalla fue una de las últimas que
se tuvieron que dar para que gran parte del continente americano consiguiera su
anhelada libertad. En la planicie, los cielos parecen ser el “todo”, todo
lo abarcan. Las nubes nos persiguen con
sus aguaceros e incluso nos parece ver un pequeño tornado a nuestra vera. Rodamos
como alma que lleva el demonio para terminar el altiplano y comenzar a
descender junto a nuestro nuevo compañero de viaje.
Primer tramo encañonado del río Mantaro |
Este nuevo integrante del pelotón es el Mantaro, río que nos
acompaña por unos 5-6 días. Junto a él recorremos el final de ésta
altiplanicie, el cañón que nos lleva hasta la ciudad de La Oroya (probablemente
lo más feo y desagradable que hemos conocido en este largo viaje: pura
industria metalúrgica, minas y ruidosos taxis), la posterior meseta de la zona
de Jauja a Huancayo y la estrecha y sinuosa garganta que nos conduce hasta
Huanta.
Garbi y los precipicios del Mantaro |
El cañón del Mantaro, ahora más abierto y con aspecto del de Colorado |
De esta ciudad nuestros jinetes nos llevan hasta Ayacuho,
bellísima ciudad con tintes coloniales. Allí tenemos el gusto de conocer a
Quique, un hombre que tiene entre ceja y ceja hacer la vida más fácil a los
cicloviajeros; y nuestros dueños, se dejan. En esta linda ciudad, a nosotras
nos dejan aparcaditas por unos días, y los pedaleantes se dedican a disfrutar
de la arquitectura, gastronomía (por fin prueban el archifamoso cuy) y
costumbres locales así como a descansar sus bellas pompas.
En el mercado de Ayacucho probando el mondongo y el caldo de cordero |
Mejor cada uno por su lado... |
Ayacucho, la primera ciudad peruana que nos asombra por su arquitectura |
Una puerta cualquiera de esta histórica ciudad |
Esta ciudad también es conocida por ser una de las cunas de
la rebelión contra los españoles y de librarse en sus cerros La Batalla que
originó la libertad sudamericana. Además, es popular por los terribles sucesos
que se dieron en ella en la época terrorista peruana, siendo uno de los
distritos más sangrientos del país en las décadas de los 80-90.
Niños disfrutando de la semana de fiesta |
El día del libro, ZORIONAK AMA!! |
Sucre, uno de los libertadores |
En la ciudad de la plaza arcada, coincidimos con el 475° aniversario
de la misma, y debido a ello organizan una semana repleta de actividades
culturales y deportivas. Los nalgas callosas disfrutan de conciertos al aire
libre de rock, blues, huaynos… relatos de cuentacuentos, y toman parte en la
competición de ciclismo en la que ambos quedan en segundos puestos en las
diferentes categorías. Es entonces cuando se percatan de que yo llevo, ahora,
el aro (ring o llanta en España) delantero deformado y que le quedan poquitos
días de rodar sin partirse.
También coinciden con el día del libro y el feo-flaco ;)
puede continuar con su tradición de intercambiar el libro ya leído por otro por
leer tal y como viene haciendo desde México.
Allá preparan las siguientes etapas: el camino hasta Cusco,
capital del Imperio Inca. La ruta les depara 5 pasos sobre los 4.000 metros con
sus respectivos descensos a los valles interandinos; todos ellos por debajo de
los 2700m.s.n.m. Es decir calor sofocante - frio extremo - calor sofocante -
frio extremo… Espero que estos cambios drásticos de temperatura no afecten a mi
malogrado aro...
Los 4 iniciamos las etapas hasta Cusco, recorriendo
preciosos valles sembrados exclusivamente de quinua, el energético cereal
local, que sólo hemos visto en este país, el cual debe ser uno de los mayores
productores del mismo. Los cultivos crean un tapete multicolor en las laderas
de los cerros, separándolos normalmente por tonalidades, aunque a veces también
las encontramos mezcladas. Nos llama la atención que puede ser cultivado hasta
casi en los 4.000 metros de altitud y que los disque futuros agricultores hablan
de sus intenciones de plantar la quinua en Ajangiz, igual que el camote
(tubérculo) que a ambos les encanta, si es que lo de “patatero” va en la
sangre…
Tras los sembrados de este cereal, y mientras ascienden
hacia el tercero de sus abras, unos días después de la primera competición
ciclista de sus vidas, unos jóvenes los paran literalmente en el pueblo de
Uripa, insistiéndoles en que participen de la competencia ciclista que se ha
organizado para ese mismito día (en Perú se utilizan mucho los diminutivos) debido,
ahora, al aniversario del departamento de Apurimac. Los locales insisten, como
pasara en Ayacucho, que la presencia de corredores extranjeros, prestigia la
carrera. Pobrecitos, no saben que estos acostumbran a ciclar a la velocidad que
vuelan las mariposas. Pero, para sorpresa de nuestros propios jinetes, en esta
ocasión, ¡¡copan sendos primeros puestos!! Todo hay que decirlo… Ella por ser
la única fémina compitiendo…
No sólo hubo competición de bicis, también a pie (donde Garbi quedó 3°) y de tricis!! |
Garbi con uno de los premios de Ayacucho, lleno de otro de los premios de Uripa. |
Por lo demás, mi ruedita delantera no aguanta, finalmente
raja el aro aunque esta vez no por completo pero llegar rodando a Cusco sería
imposible. Así que los laureados deciden
montarnos en un camión que nos hace el favor de acercarnos a Cusco, donde actualmente “descansamos” cómodamente
en busca del nuevo aro.
ENGLISH
Because of all the cycling the second wheel ring brakes as well
It's been three weeks since they have made the last entry in the blog (Erik and Garbi) and it seems they do not have much desire to write again. That is why we, their bikes, sacrifice ourselves and do it for them.
It rained a lot since the last entry and it has not only rained, but also snowed, hailed and sometimes the sun was shining, which ought to be the case more often at this time of year, but we are still getting wet.
The last time our cyclists wrote from the town of Huánuco which claims to have the "best climate in the world". But to tell you the truth, our bicycle frames cringe at every mountain pass with joy. So for us the climate is ideal. But our adventurers are apparently not so enthusiastic about this situation of the weather and the well-tempered town at less than 2.000m, because they decide to reach the cold Cerro de Pasco in one and a half days. A man tells them, Cerro de Pasco is the place where the Condor wears a double collar because of the cold. And we are not only confronted with the cold, but before we reach the town on 4.300m height, we are faced with a strong hail that mistreats bald Erik's ears so that he curses throughout the journey. When reaching the Altiplano, the drivers decide, to drink something warm in a bar while we are shut out as if we were made of metal.
Photo 1: The sky dominates everything.
Photo 2: One of our hostesses on our tours.
During the next two days we cross the plane. The young drivers seem to be in good physical condition, because despite the altitude of 4.000m, we travel more than 90 km that day. But maybe it's also because they want to get warm and therefore push the pedals hard. Anyway, we pass the monument of the Battle of Junin and the flags on it begin to move by the strong driving wind. This battle was one of the last for the conquest of the longed-for freedom of the South American continent. In the Altiplano the sky seems to dominate everything. The clouds follow us with their downpours and at a distance, we believe to even see a small tornado. We drive as ridden by the devil to leave the plane quickly behind us and to start the descent with our new travel companion.
Photo 3: The first section of the Mantaro.
This new companion is the Mantaro River, which will be with us for 5-6 days. At its side we leave the plane, crossing the gorge that leads us to the town of La Oroya (probably the ugliest and most uncomfortable place on our journey so far with metal industry, mines and vociferous taxis), then the plateau between Jaiya and Hauncayo and finally the narrow, winding canyon that takes us to Huanta.
From this town our drivers bring us to Ayacucho, a beautiful colonial city. There we get to know Quique who has set himself the task of making the lives of cyclists easier and our owners are grateful. In this beautiful town we keep apart for a few days, so that the drivers may be able to admire the architecture, the gastronomy (finally they can taste the famous Cuy, a kind of guinea pig,) and to enjoy the local customs and rest their strained buttocks.
Photo 5: At the market in Ayacucho we try tripe and lamb stew.
Photo 6: It is better when each one drives alone.
Photo 7: Ayacucho is the first Peruvian town that surprises us because of its architecture.
Photo 8: One of the many doors of the historic city.
This town is also known as one of the cradles of the rebellions against the Spaniards and as the place where the battle took place, which meant the beginning of the liberation of South America. It is also known for the terrible events during the period of Peruvian terrorism, because it was one of the bloodiest regions of the country in the eighties and nineties.
Photo 10: The Day of the Book.
Photo 11: Sucre, one of the freedom fighters.
In the town of the bow square we are just arriving for 475th anniversary of the foundation and their cultural and sporting events. The cyclists' hardened buttocks enjoy rock concerts outdoors and Blues and Huaynos. There is also a storyteller. Races are being organized and our drivers occupy each one second places. They noted that my wheel ring is deformed and it will take only a few days before it breaks.
Our stay coincides with the Day of the Book, so that Erik can continue with the custom of exchanging a read book for anotherone, just as he has done ever since the departure from Mexico.
Here the next targets are prepared up to Cusco, the capital of the Empire of the Incas. On the route five mountain passes over 4.000m altitude have to be faced with the corresponding slopes to the valleys below 2,700m, which means suffocating heat - then strong cold - heat - cold. I hope these abrupt changes does not affect my wheel ring.
The four of us start towards Cusco and come through impressive valleys where only cinchona, the strength-giving, domestic grain, is grown. We have seen it only in Peru. Most probably this country is its largest producer. Fields form a multicolored carpet at the mountain edges. We are amazed to see fields up to nearly 4,000m altitude. One speaks even of growing this crop in Ajangiz, as well as the sweet potato, which the two adventurers like very much. One can see that one is a "Potato Eaters" from birth.
Photo 12: a multicolored field of cinchona.
After the fields of cereals, during the ascent to the third gorge and as the first bike race of their lives already date back a few days, we are encouraged by some young men in the village Uripa. to take part in the bike competition the same day on the occasion of the anniversary of the province of Apurimac. It is believed that the participation of foreigners gives more prestige to the event. The poor people do not know that we usually have the speed of flying butterflies. But, amazingly, our two cyclists take first place in their specific category. Garbi gets first because she is the only woman.
Photo 13: There were competitions for bicycles, cross-country racing (Garbi finished third) and tricycles.
Photo 14: Garbi with the prices of Ayacucho.
My wheel ring does not last, it almost breaks through so that we are unable to reach Cusco. Our drivers decide to get there on a truck, the driver offers us a lift kindly. Here, in Cusco, we rest and hope for a new ring.
DEUTSCH
Durch das viele Radfahren geht auch der zweite Radring kaputt
Es ist drei Wochen her, seit sie (Erik und Garbi) die letzte Eintragung in den Blog gemacht haben und es scheint, sie haben nicht viel Lust jetzt wieder zu schreiben. Darum werden wir, ihre Fahrräder, uns dazu aufopfern.
Es hat viel geregnet seit der letzten Eintragung und es hat nicht nur geregnet, sondern auch geschneit, gehagelt und die Sonne hat geschienen, was sie eigentlich zu dieser Jahreszeit öfter tun sollte, aber wir werden immer noch naß.
Das letzte Mal schrieben unsere Radfahrer aus der Stadt Huánuco, die sich rühmt, das „beste Klima der Welt“ zu haben. Aber um die Wahrheit zu sagen, unsere Fahrradrahmen erschaudern bei jedem Bergpaß vor Genuß. Also für uns ist das Klima ideal. Aber unsere Abenteurer sind anscheinend nicht so begeistert von dieser Situation des Wetters und der gut temperierten Stadt auf weniger als 2.000m Höhe, denn sie entscheiden sich, in anderthalb Tagen die kalte Stadt Cerro de Pasco zu erreichen. Ein Mann erzählt ihnen, Cerro de Pasco sei der Ort wo der Kondor ein doppeltes Halsband trage wegen der Kälte. Und wir werden nicht nur mit der Kälte konfrontiert, sondern ehe wir die Stadt auf 4.300m Höhe erreichen, kommen wir in einen starken Hagel, der dem Glatzköpfigen, den ich trage, die Ohren mißhandelt, so daß er während der ganzen Auffahrt flucht. Auf der Höhe, dem Altiplano, angekommen, entschließen sich die Fahrer, etwas Warmes zu trinken in einem Lokal, während wir draußen abgestellt werden als wären wir aus Metall.
Foto 1: Der Himmel beherrscht alles.
Foto 2: Eine unserer Gastgeberinnen auf unseren Touren.
An den nächsten zwei Tagen überqueren wir die Steppe. Die jungen Fahrer scheinen in guter körperlicher Verfassung zu sein, denn trotz der Höhe von 4.000m legen wir mehr als 90km am Tag zurück. Aber vielleicht liegt es auch daran, daß sie sich warm strampeln wollen und darum so stark in die Pedalen steigen. Jedenfalls kommen wir am Denkmal der Schlacht von Junin vorbei und die Fahnen auf ihm beginnen durch den starken Fahrwind zu flattern.Diese Schlacht war eine der letzten zur Erringung der ersehnten Freiheit des südamerikanischen Kontinents. Im Altiplano scheint der Himmel alles zu beherrschen. Die Wolken verfolgen uns mit ihren Regengüssen und in einiger Entfernung glauben wir sogar einen kleinen Tornado zu sichten. Wir fahren wie vom Teufel geritten, um die Ebene schnell hinter uns zu lassen und die Abfahrt mit unserem neuen Reisegefährten beginnen zu können.
Foto 3: Der erste Abschnitt des Mantaro.
Dieser neue Gefährte ist der Fluß Mantaro, der uns für 5-6 Tage begleiten wird. An seiner Seite verlassen wir die Steppe, durchqueren die Schlucht, die uns zur Stadt La Oroya führt (wahrscheinlich der häßlichste und unangenehmste Ort auf unserer bisherigen Reise mit Metallindustrie, Bergwerken und lautstarken Taxis), danach das Plateau zwischen Jaiya und Hauncayo und zum Schluß die schmale, gewundene Schlucht, die uns nach Huanta führt.
Foto 4: Die Schlucht von Mantaro, hier breiter und zu vergleichen mit der von Colorado.
Von dieser Stadt bringen uns unsere Fahrer nach Ayacucho, einer wunderschönen Kolonialstadt. Dort lernen wir Quique kennen, der es sich zur Aufgabe gemacht hat, das Leben der Fahrradfahrer einfacher zu machen und unsere Besitzer lassen es sich gefallen. In dieser schönen Stadt stellen sie uns ab für ein paar Tage, um die Architektur, die Gastronomie (endlich können sie den berühmten Cuy, eine Art Meerschweinchen, probieren) und die einheimischen Bräuche genießen zu können sowie um ihr strapaziertes Hinterteil auszuruhen.
Foto 5: Auf dem Markt von Ayacucho probieren wir Kutteln und Lammfleischeintopf.
Foto 6: Besser geht es wenn jeder für sich fährt.
Foto 7: Ayacucho ist die erste peruanische Stadt, die uns wegen ihrer Architektur erstaunt.
Foto 8: eine der vielen Haustüren der historischen Stadt.
Diese Stadt ist auch bekannt als eine der Wiegen der Aufstände gegen die Spanier und als Ort wo die Schlacht ausgetragen wurde, die der Anfang zur Befreiung Südamerikas bedeutete. Außerdem ist sie bekannt geworden durch die schrecklichen Ereignisse während der Zeit des peruanischen Terrorismus, denn es war einer der blutigsten Regionen des Landes in den achtziger und neunziger Jahren.
Foto 9: Kinder während der Festwoche.
Foto 10: Der Tag des Buches.
Foto 11: Sucre, einer der Freiheitskämpfer.
In der Stadt des Bogenplatzes sind wir gerade zur 475. Jahresfeier der Gründung, zu der kulturelle und sportliche Veranstaltungen organisiert werden. Die hart gewordenen Hinterteil der Radfahrer genießen Rockkonzerte im Freien sowie Blues und Huaynos. Außerdem gibt es Geschichtenerzähler. Davon abgesehen werden Radrennen veranstaltet und unsere Fahrer belegen jeder den zweiten Platz. Dabei merken sie, daß mein Radring verformt ist und es nur wenige Tage dauern wird, ehe er bricht.
Unser Aufenthalt fällt zusammen mit dem Tag des Buches, so daß Erik den Brauch weiter ausführen kann, sein zu Ende gelesenes Buch gegen ein anderes auszutauschen, so wie er es schon seit der Abreise aus Mexiko getan hat.
Hier werden die nächsten Ziele bis nach Cusco, der Hauptstadt des Imperiums der Inka, vorbereitet. Auf der Strecke sind fünf Bergpässe auf über 4.000m Höhe zu bewältigen mit den entsprechenden Abfahrten zu den Tälern auf unter 2.700m, was erstickende Hitze bedeutet – dann starke Kälte – Hitze – Kälte. Ich hoffe, dieser abrupte Wechsel beeinflußt meinen Radring nicht.
Wir vier beginnen mit den Etappen nach Cusco und kommen durch beeindruckende Täler wo nur Quino, das Kraft spendende, heimische Getreide angebaut wird. Wir haben es nur in Peru gesehen. Sicher ist dieses Land der größte Produzent. Die Felder bilden einen vielfarbigen Teppich an den Bergrändern. Wir sind erstaunt, Felder bis auf fast 4.000m Höhe zu sehen. Man spricht sogar davon dieses Getreide in Ajangiz anzubauen, ebenso wie die Süßkartoffel, die beiden Abenteurern sehr gut schmeckt. Man sieht, daß man ein „Kartoffelesser“ von Geburt aus ist.
Foto 12: Ein vielfarbiges Feld des Getreides.
Nach den Getreidefeldern, während des Aufstiegs zur dritten Schlucht und als die ersten Fahrradrennen ihres Lebens schon einige Tage zurückliegen, werden wir von einigen jungen Männern im Dorf Uripa angehalten. Sie bestehen darauf, daß wir am Fahrradwettbewerb am selben Tag teilnehmen sollen aus Anlaß des Jahrestages der Provinz von Apurimac. Man glaubt, die Teilnahme von Ausländern gibt der Veranstaltung mehr Ansehen. Die Armen wissen nicht, daß wir normalerweise die Geschwindigkeit von fliegenden Schmetterlingen haben. Aber, erstaunlicherweise, Garbi und Erik belegen jeweils den ersten Platz in ihrer Kategorie. Erstere, weil sie die einzige Frau ist.
Foto 13: Es gab Wettbewerbe für Fahrräder, Langlauf (Garbi wurde Dritte) und Dreiräder.
Foto 14: Garbi mit einem der Preise von Ayacucho.
Mein Radring hält nicht, er bricht fast durch, so daß es nicht bis Cusco reicht. So beschließen unsere Fahrer unser Ziel auf einem Lastwagen zu erreichen, der uns freundlicherweise mitnimmt. Hier, in Cusco, ruhen wir uns aus und hoffen auf einen neuen Ring.
¡¡¡Como me gusta que hablen las burritas!!! Siempre se os ocurre algo original. Sois unos hachas. Me encanta la planta de la quinua. ¡Qué colores tan bonitos. Y vosotros dos en el tanden. Disfrutad mucho de estos días de descanso y reponed fuerzas. Muchos besos para los dos. Y muchas gracias por la felicitación en vivo y en directo.
ResponderEliminarAmatxu.
¡¡¡Como me gusta que hablen las burritas!!! Siempre se os ocurre algo original. Sois unos hachas. Me encanta la planta de la quinua. ¡Qué colores tan bonitos. Y vosotros dos en el tanden. Disfrutad mucho de estos días de descanso y reponed fuerzas. Muchos besos para los dos. Y muchas gracias por la felicitación en vivo y en directo.
ResponderEliminarAmatxu.
Un gusto bicis, leer de ustedes y sus percepciones, espero pronto se recupere su arito, sigan cuidandose y disfrutando los 4, saludos a esos jinetes tan maravillosos, besos
ResponderEliminarAlejandrina
Como bien dice Trini, me encantó leer a las bicis ;)... me recordó tanto eso de: "que dirían las bicicletas si pudieran hablar"... =). Lamento que una esté con aro dañado... =(... pero seguro estará mejor pronto, además de que así lo espero, aprecio a esas bicis, pero confieso que es porque llevan dos tesoros en ellas =). Me encantó su relato. Debo decir que sus "burritas" como dice Trini =), tienen una prosa muuuy divertida... será que finalmente les tocó hablar ;) =).
ResponderEliminarY como siempre, es un regalo leerles y ver esas HERMOSAS imágenes!! .... Ya que en esta parte del camino no coincidimos, déjenme tenerlos presentes en nuestras mentes para que sigan rodando hacia adelante y con puro bien, con bellas experiencias y ganando muchos premios más!!!!!!! =) =) =) =) =) =) jejejejeje
Como siempre, les mandamos muchos abrazos y besos animadores desde aquí su otra tierra ;) (bueno... DF, pero México al fin jeje).
Besooooos!!!!!
A nosotros nos gusta que les haya agradado el relato de las bicis. Pensaremos si en futuras ocasiones también les dejamos hablar... Abrazos a los tres!!
ResponderEliminarAupa mutikos: ya veo que os toca descansar por causas mayores. Hacedlo que ya os tocará sufrir - gozando en las dos burritas. Por acá, parece quew llega el verano, ya que la tempreatura ha subido mogollón, ya veremos cuanto dura. Seguid disfrutando que, así también lo haremos nosotros. Besarkada bero bat. Zure aita
ResponderEliminarSí, Iñaki/moderador, finalmente descansamos ocupándonos con y de otras cosas... Y, hacemos ganas para agarrar las bicis pronto otra vez! Muxus
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