Erik opina que ya deberíamos de ponernos a redactar una
nueva entrada del blog y es que aunque no hayamos recorrido demasiados
kilómetros desde la última, sí hemos recogido muchas experiencias.
Esta vez comenzamos relatando desde el cuarto de un hostal
(sí, nosotros también sabemos lo que son los hostales…), donde cómodamente
pasamos 6 días por problemas gastrointestinales, bastante comunes, por cierto,
en el Perú, que requieren de análisis de heces en días alternos. Por suerte
resultan negativos (no hay parásito) y así, la casi semana que vivimos en esas
cuatro paredes nos ayudan a recuperar fuerzas, hacer muchos skypes, actualizar
el blog para introducir las traducciones al alemán e inglés que mi ama nos ha
proporcionado para ver si cae la breva y por fin conseguimos patrocinador… ¡Ah!
Y aprovechamos para comprar a diario 5 soles de unos dulces llamados
pañuelitos, a base de hojaldre, manjar blanco y coco, que hacen 10 unidades + 2
de regalo. Yo creo que finalmente lo que mata al parásito y lo desaparece de
los resultados analíticos es el dulce y no el reposo y las recomendaciones
médicas…
Pasteles que se cocinaban en el horno de leña de nuestro hostal. También usamos el horno para hacernos una rica pizza. |
Con todo, la parada sirve también para replantearnos muchos
aspectos del viaje. Estamos muy contentos con cómo nos ha ido hasta la fecha,
pero se dan casos a la hora de tomar decisiones en los que nuestras opiniones
difieren: hasta Perú estábamos despertándonos con alarma, ya que a mí me gusta
disfrutar de las primeras horas de la mañana sobre la bicicleta, cuando el
pueblo está despertando y el sol empieza a asomar. Con mucha razón, Erik
argumenta que empezamos a estar en un clima menos cálido y más lluvioso y que a
lo mejor podríamos dejar que nuestros biorritmos fueran quienes hicieran la
labor de gallo mañanero. Por otro lado, al hacer una estimación aproximada del
tiempo que nos queremos dar hasta llegar a Ushuaia y de los kilómetros que nos
quedan por recorrer vemos que contamos con meses de sobra.
Así, al volver a agarrar las bicicletas la mañana del 17 de
marzo lo hacemos con bastante más parsimonia. Nos esperan etapas montañosas.
Tras la primera de ellas, la cual consta de 40 kilómetros de ascenso tendido y
20 de lo que aquí llaman travesía (subida, bajada y llaneo… vamos, de todo un
poco) arribamos en Huamachuco, pueblo conocido por varias ruinas pre-incas que
lo rodean. Un policía nos llama a su vera para decirnos que se ha enterado de
la ruta que queremos seguir de aquí en adelante y que nos la desaconseja
rotundamente por posibles asaltos. Después de varias preguntas por nuestra
parte como por ejemplo la relación de cicloviajeros asaltados hasta la fecha,
la seguridad de la alternativa ruta propuesta por él que justamente toca
parajes que queríamos evitar debido a robos con violencia y las fechas de las
que datan los asaltos de los que nos habla, decidimos que tiene un discurso muy
bien armado y que está debilitando nuestras ganas de hacer el recorrido que
queríamos. Pero, como bien aprendimos en Mérida, dejamos que otras voces
también emitan su juicio y en la oficina de turismo nos cuentan una versión
completamente opuesta de nuestra ruta.
Siendo esto así, decidimos tomarla, con las debidas
precauciones: no ciclar de noche, ir preguntando a los lugareños, etc. Resulta
ser un camino precioso. Lástima que no todos los días luzca el sol: por
momentos nos sabemos en valles impresionantes, pero las nubes no nos permiten
apreciarlo.
Además, nos encontramos con múltiples sorpresas en el
camino: las aguas termales de Cachicadán, la hospitalidad de Don Marciano que
se ocupa de ponerle un trozo de caucho a mis frenos ya totalmente gastados para
que pueda bajar durante 80 kilómetros al día siguiente, el valle que
encontramos a nuestro paso ese mismo día cuando descendemos, por segunda vez,
al río Tablachaca,…
Marciano haciendo el apaño, que nos ha funcionado, y que ahora que tenemos los repuestos, no vamos a cambiar!! |
Garbi cruzando unos de los deslaves que encontramos a nuestra bajada, este fue de más de 2 kilómetros de largo. |
Fiona descendiendo al río Tablachaca, con su problema de frenos Garbi ya estaba casi en el rio! |
Otro inconveniente del camino... |
Carrera de obstáculos. |
Una de lodo que parecieran arenas movedizas. |
Nos acompaña Fiona, otra cicloviajera con la que
anteriormente habíamos coincidido y con quien decidimos compartir este tramo
“disque” peligroso. Lamentablemente, el día que encaramos la subida a Huaraz y
la cordillera blanca se rompe el ring de la rueda trasera de Erik, lo que nos
obliga a agarrar un transporte hasta la siguiente gran ciudad para conseguir
uno nuevo. Fiona prosigue su camino en solitario por el imponente valle cerrado
que nosotros recorremos en el jeep de Don Beto y Doña Mary, no sin aventuras
varias: la vaca del coche en la que hemos amarrado nuestras embarradas
bicicletas se rompe; nos encontramos con un bus volcado que no deja paso y más
tarde, en el famoso Cañón del Pato, con un derrumbe que contiene una gran piedra
en el centro de la carretera la cual hay
que dinamitar; se nos hace de noche en una carretera inhóspita por la que hace
más de dos días que no pasa vehículo y donde las máquinas intentan
desesperadamente abrir paso al remover todo el lodo que ha caído de la montaña…
Oleaje en la trocha... un infierno!! |
Grandes contrastes en este valle camino al corredor de Huaylas |
Uno de los 32 túneles de este tramo. |
ZAS!!! Reventón de aro (o llanta) |
Mientras esperábamos a que abrieran el paso, al menos teníamos esto enfrente. |
Para mí es el segundo día que más miedo y tensión siento en
este viaje: el estar entre dos paredes verticales, la de la derecha hacia
arriba, amenazando con nuevos desprendimientos y la de la izquierda con una
caída de más de 150 metros al río que baja torrencialmente me hace sentir tan
vulnerable como hace meses en el dichoso velero. Erik vuelve a reaccionar
sorprendentemente sereno y resuelto, hecho que me relaja un poco. Eso no quita
que llegue exhausta a la cama, ocho horas después de haber solicitado el “ride”
a los amigos de Chimbote, en la ciudad de Caraz a una hora aún de Huaraz.
Por suerte, al día siguiente, ese último tramo no nos depara
mayores contratiempos que un paseo guiado de manera un tanto repetitiva por la
antigua ciudad sepultada de Yungay y el avistamiento entre algunas nubes del
imponente nevado del Huascarán (6700m).
Y terminamos igual que al inicio: obligadamente, pernoctando
en el hostal de una gran ciudad, lo cual nos sigue disgustando harto, e intentando
solucionar el problema de la llanta de Erik. Parece ser una situación óptima
para repensar muchas cosas que con la rutina diaria no solemos plantearnos.
ENGLISH
And on we go through Peru
Erik thinks we should make a new entry in our blog, although we have not yet done many miles since the last report. This time we are writing from a comfortable guest house (yes, we now and then sleep in a hostel) where we spend six days because we have gastrointestinal problems, which are quite common here in Peru. The doctor prescribes three stool samples on alternate days. Fortunately, the results are negative (no intestinal parasites) which is just as well. But we are able to gather new strength in these four walls during the time we have to wait for the results. Apart from this we make some Skype calls and update the blog in English and German. In addition, we buy every day for 5 soles a kind of cake, called "Pañulitos". This is puff pastry with the pulp of coconut. We get ten pieces and two more as a gift. I think that the parasites could not be defeated by resting nor by the medical treatment (the doctor gives us natural products while waiting), but by these "Pañulitos".
Photo 1: This cake slices are baked in a wood oven at the hostel. We baked a delicious pizza in the same oven.
Apart from that, we have time to think about aspects of our trip. We are very satisfied with the course of the trip, but sometimes we disagree when it comes to making decisions: Up to our arrival in Peru we are woken by the alarm clock, because I enjoy to be just after sunrise on the bike when people are just getting up. Erik rightly says that the climate is colder and rainy, so it would be better to listen to our biorhythms. Calculating time and kilometers which still separate us from Ushuaia, we note that we have a few months excess.
So we start our next part of the journey on the morning of March 17. We expect hilly rides. The first consists of 40 km up hill and 20 km changeable route, what is here called "crossing" (ascent, descent, flat plug and starting again....) a bit of everything. We reach Haumachuco, a place known for its ruins of before the of the Inkas. A police officer speaks to us and advices us, not to take the route we want because of the risk of attacks. When we ask him questions (for instance, how many cyclists had been attacked and when it had happened, and how secure his proposed alternative route would be, which we wanted to avoid, because we had heard of raids and violence), we get the impression that he has his advice well prepared. We doubt what to do. But as we had learned in Mérida, one should not believe just anybody, but seek other opinions. At the tourist office we get a contrary information on our chosen path.
As it is, we opt for the said route but with certain safeguards: we do not travel at night, we look for information from locals, etc. And it is a beautiful course. Unfortunately, the sun does not often shine. Sometimes we see impressive valleys for a short time, but then thick clouds block the view.
We have some surprises along the route, like the thermal waters of Cachicadan and the hospitality of Don Marciano, who is trying to replace my perfectly worn brake pads with rubber pieces, so I will be able to tackle the 80 km downhill the next day. On the same day we happen to come along the river Tablachaca twice on our climbing and descending.
As it is, we opt for the said route but with certain safeguards: we do not travel at night, we look for information from locals, etc. And it is a beautiful course. Unfortunately, the sun does not often shine. Sometimes we see impressive valleys for a short time, but then thick clouds block the view.
We have some surprises along the route, like the thermal waters of Cachicadan and the hospitality of Don Marciano, who is trying to replace my perfectly worn brake pads with rubber pieces, so I will be able to tackle the 80 km downhill the next day. On the same day we happen to come along the river Tablachaca twice on our climbing and descending.
Photo 2: Don Mariano fixes a piece of rubber for my brake. Now we got the needed spare parts from Spain.
Photo 3: Garbi crosses a landslide on the descent, which is more than 2 km long.
Photo 4: Fiona goes down to the river Tablachaca, with the brake problems Garbi is almost at the river in the meantime.
Photo 5: Still another problem along the way.
Photo 6: Steeplechase.
Photo 7: A street full of mud, which acts like loose sand.
We are accompanied by Fiona, with whom we had contact earlier and who accompanies us on this "dangerous"road. Unfortunately, the ring of the rear wheel of Erik's bike breaks on the way to Huaraz and the "Cordillera Blanca", so we have to look for another transportation option to get to the next town where we can hopefully buy a replacement. Fiona goes on alone through the impressive narrow valley that we cross in the Jeep of Don Beto'sand Doña Mary's. Even this doesn't happen without some adventure. The luggage support on the car, carrying our bikes, breaks, we pass an overturned bus that barred our way and later, in the famous "Cañon del Pato" we meet a rockfall. A rock is occupies the road and needs to be blown up. It's getting dark on this inhospitable road that no one has traveled for two days and where the machines and people are working hard to get rid of the mud and stones from the road.
Photo 8: "Street Waves", hell!
Photo 9: Contrasts in the valley that leads us to Huaylas.
Photo 10
Photo 11: One of the 32 tunnels on this route.
Photo 12: During the waiting time to drive to the explosion, we can at least enjoy these views.
For me, this is the second day with an excess of anxiety and tension since the beginning of our trip. We are located between two walls, the one on the right hand goes straight up and the one to the left falls down ofabout 150 m to the raging waters of the river. I feel as powerless as a few months ago on the sailing ship. Erik is again the one who responds quietly and calmly, what helps me a lot. But still we fall into bed exhausted, eight hours after the start of the journey with the friends from Chinbote in CARAZ. This is an hour away from Huaraz.
Luckily everything comes off well the next day. We make a tourist tour of the old town of Yungay buried because of an earthquake in 1070 and admire the snow covered Huascarán (6.700m) when the clouds didn't become a hindrance.
Photo 13: The Cemetery of Yungay, where in 1970 an earthquake of ice fell from Huascaran, this created an avalanche that buried 25,000 people among themselves.
We end where we were at the beginning of this entry, in a hostel of a great city, which is not much to our liking. But we must solve the problem of Erik's Bike. The good thing is that we can talk and think which is not always easy when driving.
Deutsch
Und weiter geht’s durch Peru
Erik meint, wir müßten eine neue Eintragung in unseren Blog machen, obwohl wir noch nicht so viele Kilometer hinter uns gebracht haben seit des letzten Berichts. Diesmal schreiben wir von einer bequemen Pension aus (ja, auch wir kommen ab und zu in einer Pension unter) wo wir sechs Tage verbringen, denn wir haben Magendarmprobleme, die hier in Peru recht häufig sind. Der Arzt verordnet drei Stuhlproben an alternativen Tagen. Zum Glück sind die Ergebnisse negativ (keine Darmparasiten) und so können wir in der knappen Woche neue Kräfte sammeln in diesen vier Wänden. Abgesehen davon machen wir einige Skype-Gespräche und aktualisieren den Blog auf Englisch und Deutsch. Außerdem kaufen wir jeden Tag für 5Soles eine Art Kuchen, die man „Pañulitos“ nennt. Das ist Blätterteig mit Kokusnußfleisch. Wir bekommen zehn Stück und zwei weitere als Geschenk. Ich glaube, das die Parasiten nicht etwa durch die Ruhe und die ärztliche Behandlung besiegt werden konnte (der Arzt gibt uns *natürliche Produkte während der Wartezeit), sondern durch diese „Pañulitos“.
Foto 1: Diese Kuchenstücke werden im Holzofen der Pension gebacken. Wir backten eine köstliche Pizza in dem Ofen.
Davon abgesehen haben wir Zeit über Aspekte unserer Reise nachzudenken. Wir sind sehr zufrieden mit dem bisherigen Verlauf der Reise, aber manchmal sind wir nicht einer Meinung wenn es gilt, Entscheidungen zu treffen: Bis zu unserer Ankunft in Peru sind wir durch den Wecker aufgewacht, denn ich genieße es, kurz nach Sonnenaufgang auf dem Rad zu sitzen, wenn die Menschen gerade aufstehen. Mit Recht sagt Erik, daß das Klima kälter und regnerischer ist, daher wäre es besser auf unseren Biorythmus zu hören. Bei einer Kalkulierung der Zeit und der Kilometer, die uns noch von Ushuaia trennen, merken wir, daß wir einige Monate Überschuß haben.
So nehmen wir die nächsten Etappen in Angriff am Morgen des 17. März. Uns erwarten bergige Fahrten. Die erste besteht aus 40 km langgestreckter Auffahrt und 20 km von dem was man hier „Überquerung“ nennt (Auffahrt, Abfahrt, flache Stecke und wieder Auffahrt,...., also von allem etwas. Wir erreichen Haumachuco, einem Ort, der durch seine Ruinen der Vorinkazeit bekannt ist. Ein Polizist spricht uns an und rät uns, die Strecke, die wir nehmen wollen, nicht einzuschlagen wegen der Gefahr der Überfälle. Als wir ihm Fragen stellen (z. B. wieviele Radfahrer bisher überfallen wurden und wann das gewesen wäre, sowie wie sicher die von ihm vorgeschlagene Alternativroute wäre, die wir eigentlich vermeiden wollten, weil wir von Überfällen und Gewalt gehört hatten), gewinnen wir den Eindruck, daß er seine Ratschläge gut vorbereitet hat und läßt Zweifel bei uns aufkommen. Aber wie wir in Mérida gelernt hatten, soll man nicht gleich jedem glauben, sondern noch andere Meinungen einholen. Im Touristenbüro bekommen wir dann eine gegenteilige Information über die von uns gewählte Strecke.
Da es so ist, entscheiden wir uns für die besagte Route aber mit gewissen Sicherheitsvorkehrungen: wir fahren nicht bei Dunkelheit, wir informieren uns bei Einheimischen, etc. Und es ist eine wunderschöne Strecke. Leider scheint die Sonne nicht oft. Manchmal sehen wir beeindruckende Täler für kurze Zeit, aber dann versperren uns dicke Wolken die Aussicht.
Wir haben einige Überraschungen auf der Strecke wie z. B. das Thermalwasser von Cachicadán und die Gastfreundschaft von Don Marciano, der sich bemüht, meine vollkommen abgewetzten Bremsbelege mit Kautschukstücken zu ersetzen, damit ich die 80 km Abfahrt am nächsten Tag überstehe. Am selben Tag passieren wir zwei Mal nach Auffahrten den Fluß Tablachaca.
Foto 2: Don Mariano stellt ein Stück für meine Bremse her. Jetzt haben wir die Ersatzteile aus Spanien bekommen.
Foto 3: Garbi überquert einen Erdrutsch bei der Abfahrt, der mehr als 2 km lang ist.
Foto 4: Fiona fährt runter zum Fluß Tablachaca, mit ihren Bremsprobleme ist Garbi schon fast am Fluß in der Zwischenzeit.
Foto 5: Noch ein Problem auf dem Weg.
Foto 6: Hindernisrennen.
Foto 7: Eine Straße voller Schlamm, der wie loser Sand wirkt.
Wir werden von Fiona begleitet, mit de wir schon früher Kontakt hatten und die mit uns diese „gefährliche“ Strecke fährt. Leider bricht der Ring des Hinterrades von Eriks Fahrrad bei der Auffahrt nach Huaraz und der „Cordillera Blanca“, so daß wir uns eine andere Transportmöglichkeit suchen müssen, um zur nächsten Stadt zu kommen, wo wir hoffentlich Ersatz kaufen können. Fiona fährt alleine weiter durch das beeindruckende schmale Tal, dass wir mit dem Jeep von Don Beto und Doña Mary durchqueren. Auch das geht nicht ohne einige Abenteuer vonstatten. Die Gepäckstütze auf dem Auto, die unsere Räder trägt, bricht, wir kommen an einem umgestürzten Autobus vorbei, der uns den Weg versperrt und später, im berühmten „Cañon del Pato“ treffen wir auf einen Steinschlag. Ein Felsen liegt mitten auf der Straße und muß gesprengt werden. Es wird dunkel auf dieser unwirtlichen Straße, die seit zwei Tagen niemand befahren hat und wo die Maschinen und Menschen intensiv arbeiten, um den Schlamm und die Steine von der Straße zu schaffen.
Foto 8: „Straßenwellen“, die Hölle!
Foto 9: Kontraste im Tal, das uns nach Huaylas führt.
Foto 10
Foto 11: Einer der 32 Tunnel auf dieser Strecke.
Foto 12: Während der Wartezeit bis zur Weiterfahrt nach der Sprengung können wir wenigstens diese Aussicht genießen.
Für mich ist dies der zweite Tag mit Angst und Spannung seit Beginn unserer Reise. Wir befinden uns zwischen zwei Wänden, die zur Rechten geht steil nach oben und die zur Linken steil nach unten über 150 m bis zum reißenden Wasser des Flusses. Ich fühle mich genauso machtlos wie vor Monaten auf dem Segelschiff. Erik ist wieder derjenige, der ruhig und besonnen reagiert, was mir sehr hilft. Aber trotzdem fallen wir todmüde ins Bett, acht Stunden nach dem Beginn der Fahrt mit den Freunden aus Chinbote in Caráz. Das liegt eine Stunde entfernt von Huaraz.
Zum Glück kappt alles am darauffolgenden Tag. Wir machen eine touristische Führung durch die alte, begrabene Stadt von Yungay und können den verschneiten Huascarán (6.700m) bewundern wenn es die Wolken erlauben.
Foto 13: Der Friedhof von Yungay, wo 1970 bei einem Erdbeben Eis vom Huascarán stürzte, dadurch entstand eine Lawine, die 25.000 Menschen unter sich begrub.
Wir enden dort, wo wir auch am Anfang dieser Eintragung waren, in einer Pension einer großen Stadt, was uns nicht beglückt. Aber wir müssen das Problem des Radringes von Eriks Fahrrad lösen. Das gute daran ist, daß wir reden können und überlegen, was nicht immer einfach ist beim Fahren.
Animooooo! Desde aqui os enviamos mucha energia buena para que sigais con vuestro camino. Gracias por esas fotos tan increibles!
ResponderEliminarhola Natalia!! muchas gracias por los ánimos y muchas gracias también por los cumplidos! besos a los 3!!
Eliminarhola Natalia!! muchas gracias por los ánimos y muchas gracias también por los cumplidos! besos a los 3!!
EliminarUna vez mas disfrutando los diversos paisajes que nos regalan, lamentando los inconvenientes por los que han atravesado, al mismo tiempo alegre porque Erik ya esta recuperado y al pie del cañón, tantas emociones que siguen provocándome, un fuerte abrazo, les quierooo
ResponderEliminarAlejandrina
Ale!!!!!!!!!! Nosotros también te queremos y esperamos ver pronto en tu Luna De Miel por el País Vasco. Esperamos que de ahora en adelante todo vaya más parejito y no te generemos esas emociones tan cambiantes!! Un abrazacoooo
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