Día de cruzar frontera. Como
siempre que lo hacemos una sensación más feliz que melancólica nos invade. Nos
encanta entrar en un nuevo país, pero nos apena dejar atrás uno al que no
sabemos si algún día volveremos.
Costa Rica, mucho se habla de este
país centroamericano que poco tiene que ver con el resto. Mucho más caro (por
un dólar puedes comprar 5 plátanos mientras que en Nicaragua 26), mucho más
limpio, mejor conservado y al parecer mucho más organizado (¡en las paradas de
autobuses hemos llegado a ver horarios!). El recibimiento no puede ser mejor:
un grupo de 7 coatis o pizotes como les llaman aquí, atraviesan la carretera a
escasos 5 metros de nosotros. Y es que ese es otro de los valores ticos: la
tremenda biodiversidad del país. Al parecer el 6% de las especies mundiales
viven en esta pequeña republica centroamericana.
Pareja de loros frentiblancos |
Unos reptilillos de por aquí... cocodrilos! |
Guacamayas, en la foto, en la costa; pero se encuentran en todos lados. |
Para seguir con el buen recibimiento
¡somos hospedados por mi familia! Mi primo Iñigo lleva dos años viviendo por
estos lares de la Tierra, además mis tíos, Bego y Richi, están visitándolo y
disfrutando del país y podemos coincidir en nuestro trayecto con ellos en la
península de Guanacaste al noroeste de Costa Rica, gozamos de un precioso
día con ellos. ¡¡Gracias!!
Por recomendación de Iñigo, hoy
nos dirigimos hacia Playa Teresa, si bien queda aún muy lejos, trataremos
de acercarnos lo más posible para dejar menos recorrido para mañana. La
carretera costanera es preciosa, discurre entre vistas de acantilados y
paradisíacas playas. Llevamos más de 60 kilómetros hoy en nuestras piernas,
nuestro mapa indica que para seguir por la costa hacia Playa Teresa la vía es
una “season track”: camino de temporada o época. Nos preguntamos cómo será la
“season track” si los 700 duros kilómetros que recorrimos por la Mosquitia nicaragüense eran
una “unpaved highway”: autovía sin pavimentar. Pero para gustos están los
colores y nuestra humilde experiencia nos dice que en estos caminos, lejos de
Panamericanas, destinos ultra-turísticos con todas sus comodidades… es donde
están las verdaderas maravillas de un viaje. Decidimos agarrar la pista de
tierra y piedra y en escasos metros nos encontramos atravesándola un caudaloso
río. Un caudaloso río sin puente. O, más concretamente, con los cimientos de un
puente que nunca llegó a terminarse.
Para vadear el rio tenemos que
desmontar las alforjas y cruzarlo cargando todo, primero las bicis, luego los
bultos. El agua, que roza nuestra ingle,
forma una especie de isla en medio del río. Varios 4x4 llegan de cada lado. Examinan
el terreno para averiguar cómo cruzarlo y a veces se atreven. Nos encontramos
en la isla con dos conductores que están decidiendo si hacerlo. Comenzamos a
platicar y el mundo es pequeño: en una isla formada en medio de un río de Costa
Rica estamos un alavés (si Peny, soy alavés), una bizkaina (Garbi), un gipuzkoano
(Iker) y un navarro (“el pamplonica”). ¡¡Las cuatro juntas generales bajo un
platanero!! Como diría mi primo Iñigo: ¡INNNcreible!
Tras las despedidas seguimos
nuestro camino hacia el sur. Duras cuestas, las más duras que hemos tenido en
nuestro viaje. El terreno es de grava, lo que impide que podamos subirlas a
lomos de nuestros corceles, pero que también dificultan enormemente que lo
hagamos empujándolos debido a la poca tracción. Sudamos como nunca. El sol es
abrasador, la humedad es cercana al 100% y más de 15 litros de agua y 5 cocos
recién bajados y abiertos no son suficientes para rehidratarnos.
Pero todo esfuerzo tiene su
recompensa y cada cala a la que caemos es mejor que la anterior. Playas de
ensueño, de arena gris, cocoteros, guacamayas, monos, eclosión de cientos de huevos de
tortuguitas que vemos “correr” hacia su primer baño mientras el sol cae sobre
el bello pacífico… Nos llama la atención la orografía de este país: si esto se
vive en la costa, a 60 kilómetros de aquí tenemos glaciares en 3800 metros de
altitud. Costa Rica no es como nos imaginábamos.
Mientras vemos el ocaso se nos
acerca un hombre, Luis. Tras platicar con él y su chica Vianeth sobre la posibilidad de acampar
en la misma playa, nos invitan a su morada en Corozalito. Aceptamos.
Disfrutamos enormemente de su compañía, de la plática con ellos, de las
comodidades que nos facilitan. Nos prestan una casa junto a la suya, ¡volvemos
a dormir en colchón! Cocinamos en su cocina de leña unas lentejas para todos,
parece que les gustan estas legumbres que no conocían. Ellos nos invitan a un
atole de maíz morado y a una bebida a base de maíz también de la que hemos
olvidado el nombre. Gracias y PuraVida.
La pequeña Daniela, Luis y Vianeth |
PuraVida es la muletilla tica por
antonomasia. En nuestra primera noche en el país preguntamos a D. José en la finca Corrales Negros que él cuida, qué entienden ellos por PuraVida. Nos la define como “de
nada”, como “no tienes por qué preocuparte”, como “está bien”, como “disfruta”,
como ¡PURAVIDA!
Nuestra primera noche tica, en Corrales Negros. Como se puede ver ya dominamos el arte de abrir cocos a la perfección |
Y es que no podemos dejar de
agradecer cada gesto, cada momento, incluso cada cuesta arriba empujando la
burra de más de 30 kilos a temperaturas y humedades extremas. Es esto lo que
venimos buscando, es esto lo que queremos experimentar, es esto lo que queremos
vivir. Esta es la pura vida.
En este árbol de Jicara se deben haber inspirado para la decoración navideña. |
DEUTSCH
Costa Rica:
Wahres Leben (Pura Vida)
Der Tag der
Grenzüberschreitung. Wie immer sind wir eher glücklich als traurig wenn das
passiert. Wir betreten gerne ein neues Land, aber es tut uns auch Leid, ein
Land verlassen zu müssen, daß wir wahrscheinlich nie wieder besuchen werden.
Man sagt, Costa
Rica sei nicht mit anderen zentralamerikanischen Ländern zu vergleichen. Es
ist bedeutend teurer (für 1$ bekommt man
fünf Bananen, in Nicaragua sind es 26 Bananen), bedeutend sauberer, besser
gepflegt und anscheinend auch besser organisiert (an Bushaltestellen finden wir
Zeitpläne). Der Empfang könnte nicht besser sein: eine Gruppe von sieben
Nasenbären überquert die Straße weniger als fünf Meter vor uns. Das ist der besondere
Wert Costa Ricas, die riesige Artenverschiedenheit. Man sagt, daß 6% aller
Tierarten in dieser kleinen zentralamerikanischen Republik leben.
Foto 1: Papageienpaar
(frintiblanco)
Foto 2: Einige
Reptile – Krokodile
Foto 3: Papageien an
der Küste, aber sie sind überall (guacamayas)
Es geht weiter mit
dem angenehmen Empfang. Wir übernachten bei meinem Cousin Iñigo, der seit zwei
Jahren in dieser Gegend wohnt. Mein Onkel Richi und meine Tante Bego besuchen
gerade ihren Sohn und genießen die Landschaft der Halbinsel Guanacaste im
Nordwesten des Landes. Wir verbringen mit der Familie einen wunderschönen Tag.
Vielen Dank!
Iñigo rät uns, den
Strand Teresa zu besuchen. Wir versuchen am ersten Tag so viele Kilometer wie
möglich zurückzulegen, um dann am nächsten Tag die Küste länger erleben zu
können. Die Küstenstraße ist beeindruckend. Sie verläuft an steilen Felsen und wunderschönen Stränden vorbei. Wir fahren
schon mehr als 60km und die Karte zeigt uns an, daß die Straße zum „Season
Track“ (Saisonstraβe) wird, ein Weg, der nicht ständig befahren werden kann.
Wir fragen uns, wie dieser Weg sein wird. In Nicaragua wird die ganze 700km
lange Straße als „“unpaved highway“ (ungepflasterte Autobahn) bezeichnet. Aber
wir wollen es ja nicht anders. Wenn wir nicht auf der Panamerikaner fahren und
den Tourismus vermeiden wollen, dafür aber die wirklichen Schönheiten der Reise
sehen können, bleibt uns nichts anderes übrig, als diesen Weg von Erde und
Steinen einzuschlagen. Nach kurzer Zeit kommen wir an einem wasserreichen Fluß
ohne Brücke. Man sieht eingerammte Brückenpfeiler, aber es sieht nicht danach
aus, daß der Bau weitergehen soll. Um den Fluß zu überqueren, müssen wir alle
unsere Habe nach und nach ans andere Ufer tragen. Das Wasser geht uns bis zum
Gesäß. In der Mitte des Flusses hat sich eine Sandbank gebildet. Dort treffen
wir auf einen Landrover mit zwei Insassen. Wir kommen ins Gespräch und es
stellt sich heraus, daß alle vier Provinzen Euskadis auf der Sandbank vertreten
sind: Erik aus Alaba, Garbi aus Bizkaia, Iker aus Gipuzkoa und der vierte kommt
aus Navarra. Wie einige Autos mehr, war sich der Landrover zuerst nicht sicher,
ob der Fluß passierbar wäre. Nach kurzer Zeit trennen wir uns von unseren
Landsleuten, sie nach Norden und wir nach Süden. Die Steigungen sind die bisher
steilsten unserer Reise. Der Boden besteht aus kleinem, lockerem Gestein, wir
müssen die Räder oft schieben. Wir schwitzen wie noch nie! Die Sonne brennt,
die Luftfeuchtigkeit ist fast 100% und trotz der 15l Wasser und fünf
Kokosnüsse, die wir von den Bäumen holen, sind wir ausgetrocknet. Aber alle
Anstrengung hat seinen Lohn und jede Bucht, die wir erreichen, ist schöner als
die vorhergehende. Es sind einzigartige Strände mit grauem Sand, Affen und
gerade ausgeschlüpften Schildkröten, die zum Wasser rennen. Uns fällt die
Orographie des Landes auf, 60km von der Küste landeinwärts gibt es Gletscher
von 3.800m Höhe. Costa Rica haben wir uns nicht so beeindruckend vorgestellt.
Während wir den
Sonnenuntergang bewundern, kommt ein Mann, Luis, auf uns zu. Wir fragen ihn und
seine Freundin Vianeth, ob wir am Strand unser Zelt aufstellen könnten. Schließlich
werden wir von ihnen zu sich nach Hause eingeladen in Corozalito. Wir nehmen
die Einladung an und genießen die Gesellschaft wie auch die Bequemlichkeiten,
die uns angeboten werden. Wir schlafen wiedereinmal auf einer Matratze in einem
Haus neben dem der Gastgeber. Auf einem Holzherd kochen wir Linsen für alle.
Anscheinend schmecken sie Luis, Vianeth und der kleinen Daniela. Sie kannten
sie nicht. Wir werden eingeladen zu lila farbenem Mais und einem Maisgetränk
dessen Namen wir vergessen haben. Danke! Wahres Leben!
Foto 5: die kleine
Daniela, Luis und Vianeth.
Wahres Leben (Pura
Vida) ist ein Ausdruck, der viel benutzt wird in Costa Rica. An unseren ersten
Abenden im Land fragten wir Don José auf der Finca „Corrales Negros“, die er
betreut, was man darunter versteht. Er sagte, es würde „Das macht nichts!“
bedeuten oder „Mache Dir keine Sorgen“ oder „Es ist alles in Ordnung“oder
„Genieße es“, einfach „Pura Vida“.
Foto 6: Unsere erste
Nacht in Costa Rica in Corrales Negros. Wie man sieht, verstehen wir uns schon
auf das Öffnen von Kokosnüssen.
Wir können dankbar
sein für alles was uns widerfährt, für jeden Augenblick, auch wenn es bedeutet
das Rad 30km lang die Schotterstraße hochzuschieben bei größter Hitze und
Luftfeuchtigkeit. Das haben wir uns ausgesucht, das wollen wir erleben, das ist
„wahres Leben“.
Foto 7: Vielleicht
war dieser Baum „Jicara“ das Model für einen Weihnachtsschmuck.
Foto 8: Übrigens, wir
sind nun schon 4.000km unterwegs!
Concuerdo con uds. Costa Rica es como ninguna.Nuestro proximo viaje seria ahi.Felicidades! y a seguir empujando burra.Caminante no hay camino.Se hace camino al andar.Un abrazo.
ResponderEliminarQué bueno!! Pues no duden en consultarlos cuál sería la mejor ruta para pedalear (o empujar) en Costa Rica! jajaja
EliminarAbrazos sudorosos!!
Que viaje yo quiero ir con ganas de seguirlos jajaja mis papas los están viendo muchos saludos al flaco feo y a la chica Garbi de parte de ellos saludos y estaremos al pendiente
ResponderEliminarQué tal Juan Manuel!!? Pues si ahora me vieran tus papis si que me llamarían el flaco feo!! jajaja Por más que como no hacemos más que quemar!
EliminarYa estamos a una semana en bicicleta de embarcar rumbo a un bello país...
Abrazos para ti y toda la familia!!!!
¡Enhorabuena mis niños! Ya tenéis 4.000 Km y parece que fue ayer cuando empezasteis vuestra odisea. Sois unos valientes (acarreando vuestras bicis y todas vuestras pertenencias a la espalda, por culpa de ese maldito puente inexistente) ¡¡¡¡ADELANTE!!!!. En cuanto a las fotos, no sé por cual decantarme: la de las cañas de bambú, la de las palmeras, la de ese árbol de jícara (por cierto, cuando madura sigue verde o se pone la fruta de otro color, porque ya con las bolas rojas sería navideño total), o por la de Garbi con el coco ¡¡¡¡que está guapísima!!!! (¿se debe a la modelo o al fotógrafo?). Besos para los dos y seguid disfrutando, que yo disfruto con vosotros.
ResponderEliminarAmatxu.
Amatxu! Pues el fruto de la jícara no varía de color. Cuando está maduro, cae. De este fruto se hacen cuencos y berimbaus (instrumento de capoeira).
EliminarLo de Garbi... qué te voy a decir... iba a comentar la foto así, pero ya veo que no ha hecho falta.
Muchos besos de los dos!!!
Hermosas imágenes, hermosas experiencias, como siempre gracias por compartirlas con nosotros y que sigan disfrutando al máximo, felicidades por esos 4000 kilómetros y seguiremos paso a paso con ustedes por muchos mas... un fuerte abrazo
ResponderEliminarAlejandrina
Gracias Ale por esos ánimos. Lo recordaremos en las siguientes subidas duras.
EliminarQué ilusión nos hace que disfruten con nuestras entradas.
Muchos abrazos!!!
Miro entradas en el blog hacia atrás, como si hubiera un punto concreto de inflexión, un día, una hora, un kilómetro, un acontecimiento, en el que algo hace crac (o/y clac) y las cosas encajan en su ser, siendo más ellas que nunca y brillando como no lo habían hecho antes. Garbiñe, no es sólo pasión de madre, ‘jamía, egque estás guapa hasta sudada, deshidratada, jajaja.
ResponderEliminarLa fotografía puede ser una gran mentirosa, pero también decir mucha verdad: del objeto fotografiado y del fotógrafo, quedar ambos dos perfectamente retratados. Yo me encuentro todos los días una de esas fotos que me hizo Pruden en el pasillo de casa. Esa foto de la tortuguita, a quién representa, de qué es metáfora? El kilómetro 0 y los kilómetros, metros, recorridos…
No sé si en Gernika o Gasteiz os recibirían como allí, pero a pocos kilómetros, en un puerto perdido entre Soria y la Rioja, me recibieron después de un día bien duro en una gélida noche de este invierno, me dieron de comer y beber diciendo que la HOSPITALIDAD es lo primero. Estando cerrados y sin querer cobrarme nada. Claro, luego se hace cuesta arriba (en aquel caso nunca mejor dicho ;) abandonar el calor y salir a la oscuridad, lo que dicen penurias (el adjetivo que no da vida, mata), la nieve y el frío.
Martín.
Martin, ¡que bonito mensaje! Muchas gracias por estar ahí, abrazos...
EliminarMartin, ¡que bonito mensaje! Muchas gracias por estar ahí, abrazos...
EliminarDiclvlv
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