Después de las merecidas vacaciones navideñas, ¡¡volvemos al
pedal! Y para comenzar, en frío y sin calentar, la subida de Las Palmas: mítica
ascensión de Medellín en la que entrenan Rigoberto Urán y compañía. Y es que
Colombia es un país de enorme tradición ciclista, las carreteras están llenas
de cicloaficionados y los conductores parece ser que están más acostumbrados a
ellos o, mejor dicho, a nosotros. Se hace duro, pero ¡se hace con ganas! La
verdad ya nos apetece disfrutar de la libertad que nos dan nuestras burritas y
no depender de otros medios de transporte, como nos ha pasado en últimas
fechas.
Coronamos la subida y seguimos hacia la ruta que nuestra
familia antioqueña nos ha recomendado: la vecina Boyacá. Para llegar hasta allá
todavía quedan varios días de viaje, además atravesando la cordillera central,
para luego subir la cordillera oriental. Los primeros nos van llevando hacia el
rio Magdalena, será la primera vez que crucemos este caudaloso rio (1 km de
anchura) que prácticamente recorre todo el país de sur a norte. En estas
primeras etapas pasamos frente a la Hacienda Nápoles, antigua propiedad del,
lamentablemente, más reconocido
personaje colombiano: Pablo Escobar. Tras ser expropiada por el gobierno, ahora
es de uso público como zoológico, debido a la cantidad de animales que el
magnate tenía dentro de su finca.
Más adelante, tras el cruce del Magdalena, comienza algo que
cada vez nos gusta más: las despavimentadas.
Deplorable aspecto tras un día de despavimentada. ¡Mierda hasta en los dientes! |
La ciclista que susurraba al oído de los caballos |
Emprendemos duras subidas, la primera de ellas de 24 kilómetros
sobre vía sin pavimentar (o destapada como le llaman aquí). Al coronar, después
de 3 horas, necesitamos una parada en lo alto para comer algo y echar alguna
foto.
Uno traía una ligera idea de lo montañoso que resulta este
país, pero cuando comienza a pedalearlo, entonces se da verdaderamente cuenta
de qué se trata. Colombia es un continuo asciende y desciende y un continuo
frio y calor. De un valle a otro o de la parte de abajo de un valle a un
collado los cambios son radicales. De tener que necesitar toda nuestra ropa de
invierno a sudar hasta por los dientes, en sólo unas horas de diferencia, y ¡en
bici! ¡Es genial!
Para llegar a la zona de Tunja y la famosa Villa de Leiva
nos adentramos por la “zona esmeraldera”, lugar de numerosas minas de tan bello
mineral que ha traído desgracias a esta zona montañosa. Aquí, hasta hace bien
pocos años, se libraban crudas batallas para tomar el control de la minería.
Tras cruzar estas tierras, retomar la pavimentada y sumar un nuevo paso sobre
los 3000 metros sobre el nivel del mar, llegamos a Villa de Leiva. Si hasta
hace poco estábamos en zona frutera ahora nos encontramos en un páramo árido en
tan solo unas horas de ciclada. Precioso pueblo colonial en el que nos
sorprende un grupo de mountainbikeros con el que pasamos un muy divertido rato
junto a varias botellas de whisky y alguna que otra de cerveza.
Plaza mayor de Villa de Leiva a nuestra llegada |
Magnifico músico interpretando canciones originales de los Llanos colombianos |
Por insistencia de ellos, decidimos modificar nuestro plan y
hacer una noche en Tunja, su lugar de residencia. Para ello, recorreremos el
puerto de entrenamiento de Nairo Quintana en su niñez, desde su colegio en
Arcabuco, hasta su casa en El Moral. Una larga pendiente tendida que por un día
es realizable pero si uno tiene que hacerla todos los días… pues eso, ¡se
convierte en un jabato!
Don Lucho, papa de Nairo Quintana con quien pasamos un agradable rato |
Tras pasar un rato en familia con los Quintana, seguimos
nuestro camino hacia Tunja. Desde allá emprendemos camino rumbo a Bogotá; este
va a ser uno de los más sencillos tramos colombianos. Aunque existe alguna
pequeña subida y bajada, casi todo el trayecto es plano y por autopista, de
manera que avanzamos rápido y en un par de días estamos en Cota (afueras de
Bogotá). Desde allí, ya sin ciclas, nos adentramos en el caos que supone una
gran ciudad como Bogotá para visitar a nuestra familia colombiana Los
Cáceres-Bohorquez-Calderón, familia extensa de nuestros amigos mexicolombianos.
Arrancamos dirección Manizales, nuestro próximo destino.
Para llegar hasta allí, otra vez deberemos descender la cordillera oriental
(desde los 2600 msnm de Bogotá hasta los 200 metros del rio Magdalena) para de
nuevo ascender la central y llegar a los 2400 de Manizales.
La bajada hacia el rio resulta espectacular. Este día
realizamos nuestra etapa más larga de todo el recorrido: 130 kilómetros, de los
cuales la gran mayoría son de descenso. Del frio de la estepa bogotana al
increíble calor de tierras bajas. Nadie nos había informado de la subida de
Vianí y sus 10 kilómetros empinadísimos se nos atragantan. Y es que nuestro
viaje es pura mentalidad, uno cree que para recorrer tanta distancia ha de
estar en buena forma física… pero definitivamente el secreto está en la mente.
Hay días que sabemos que vamos a tener que estar todo el día subiendo y no
tenemos problema; otros que no esperábamos una subidita y esta ¡se cruza!
Antes de llegar a Mariquita, pasamos por Armero, pueblo
donde sucedió una, si no la mayor, tragedia de este país, cuando un pueblo
entero fue sepultado por una avalancha ocasionada por el Nevado del Ruiz allá
en 1985, dejando a su paso más de 25.000 muertes. Hoy el pueblo sigue igual que
como quedó después del desastre pero con miles de cruces por todos los lados,
resulta estremecedor. Recorremos sus calles y seguimos adelante.
Un edificio cualquiera de Armero, de los que no quedaron completamente sepultados. Se puede apreciar como el sedimento casi cubre la planta baja. |
En Mariquita, de nuevo tierra frutera por excelencia, por fin
conocemos los famosos mangostinos de los que tanto nos hablan. Jugosa,
deliciosa y muy valorada fruta.
El famoso mangostino en primer plano, junto con naranjas, mangos, guayabas y demás frutas. |
De allí partimos hacia nuestro último reto: el Alto de
Letras. 83 kilómetros de ascenso, desde los 500 de Mariquita hasta los 3690 que
tiene el páramo. Primer día de 55 kilómetros
de pura ascensión, bastante tendida. Descanso en Mesones, donde parece
agarramos un gafe y se nos estropea la cocina, nos entra agua a la tienda… al
día siguiente, mucho más exigente pero corto, rompemos cadena, pero coronamos!!
Garbi al comienzo del ascenso de la parte final del Alto de Letras, más adelante ya no hubo vistas |
Una pena que la niebla nos impida apreciar las vistas desde
aquí, que han de ser espectaculares. Sabemos que tenemos el mítico Nevado del
Ruiz a escasos metros, pero no lo vemos. El frio, es tremendo, llegamos
sudados, nos abrigamos con todo lo que tenemos y comenzamos el descenso,
despacito. La niebla es cerrada y nos permite tener una visibilidad de tan solo
30 metros. En pocos minutos descendemos los 28 kilómetros que nos separaban de
Manizales. Calor asfixiante, nos sobra todo. Un clásico colombiano.
En todo este tramo antioqueño-cundiboyacense-tolimense-caldense,
son muchísimas las cosas de las que deberíamos hablar. Existe una que es el
secreto de nuestro (y de todos los ciclistas colombianos) éxito en los
ascensos: la panela. Jugo de azúcar cocido a altas temperaturas que lo conforma
en una melaza y se deposita en moldes hasta que solidifica. Tanto es así que
hemos aceptado un regalo en forma de 1.8
kilogramos de panela ¡¡que cargamos en nuestras alforjas!! Nosotros que
evitábamos el peso.
También hay algo que nos ha acompañado en todo este
trayecto, podemos resultar pesados o repetitivos, pero es que está siendo indescriptible.
Cada caso merecería una entrada aparte pero podría cansar. Seguimos recibiendo
un trato INCREIBLE de parte de cada persona con la que nos cruzamos en el
camino. Estamos pensando que nos va a dar mucha pena abandonar Colombia, cuando
todavía nos falta más de la mitad por recorrer. Es la primera vez que no
queremos llegar al siguiente país, pobre Ecuador.
Aquí, solo algunas de las maravillosas personas del camino:
Oswaldo y familia, quienes nos hospedaron en la zona de Río Claro (Magdalena Medio) |
Doña Ofelia y familia, nos dieron posada en la subida de Chiquinquirá |
Mountainbikeros en Villa de Leiva, quienes nos alojaron allí (Alex) y al día siguiente en Tunja (Victor) |
Nilson y compañía en el ascenso desde Arcabuco |
Juana María y su papa Iván, nos acogieron en Cota en la estepa bogotana |
En la imagen Mauricio y Luisa, pero también Doña Lourdes, D. Marcos, Doña Lucia y Daniel; nuestra familia extensa colombiana, nos recibieron en Bogotá y en Mariquita (Misael) |
Además de Doña Fabiola en Puerto Romero, Alex y familia en Villa de Leiva, Doña Carmen y Don Leopoldo en Sesquilé y Arnoby y familia que nos trataron genial primero en Mesones y después en Manizales y muchas de las personas que nos han ofrecido atención, interés, acogida.
Y, por último, quisiéramos recordar el tan nombrado piropo
que muchas personas nos han echado estos días: ¡¡Berracos!! Parece tener
diferentes significados, dependiendo también de si se escribe con “b” o con
“v”... A nosotros nos encanta, por la manera en la que nos lo llaman y por la
fuerza que nos transmiten.
¡¡Que berraquera!!
ENGLISH
I never want to leave Colombia
After our deserved Christmas break, we return to the wheels. The beginning, without having exercise, is the ascent of Las Palmas, a legendary route from Medellin on which Rigoberto Uran and comrades trained. Colombia has traditionally been a cycling country. The roads are full of amateur cyclists and the car drivers seem to be used to them. Cycling is difficult, but we do it willingly. We are pleased to finally be able to enjoy the liberty that the bikes offer us. We are no longer dependent on other means of travel (boat, plane, car).
We reach the height and take the route that we were advised, Boyaca. To get there, we need a few days and have to cross the central mountains and the eastern ones. We come to the river Magdalena, which is 1km wide. It is the first time we see it. The river traverses almost the entire country from south to north. During the first days we get passed the Hacienda Napoles, former possession of the known drug dealer Pablo Escobar. Since the expropriation of the land it is open to the public as a zoological garden, because the former owner kept a large number of animals. After crossing the river a dirt road begins, something we like so much!!
Photo 1: That is what we look like when we drive on unpaved roads for one day.
Photo 2: A picture is often worth more than 1000 words.
Photo 3: The cyclist who whispers into the ear of the horses.
The steep ascents begin, the first
is 24km long on unpaved road. Reaching the top we need a break to eat and to
take a few photos.
Everyone has a vague idea that this country is mountainous, but only when you step into the pedals, you realize what that means. Colombia is one up and down and a continual exchange of heat and cold. You move from one valley to another, or from the valley to the heights and there are almost always steep climbs and descents. From the cold, when we have to put on everything available to the heat, when we sweat even under the tongue, there are often only a few hours to go on the bike. It's great !! Before we get to Tunja and the famous town of Villa de Leiva, we reach the region "Esmeralda". There are numerous mines here where the emerald is found, which has brought much misfortune to this mountainous area. It is not so long ago that a warlike battle took place here for the control of the mines.
After an ascent to 3.000m on paved roads, we reach Villa de Leiva. While we had been so far in a region of fruit plantations, we are now, after only a few hours, on a meager Plat ....
Villa
de Leiva is a beautiful colonial village where we surprisingly meet many
cyclists, with whom we spend some enjoyable hours with whiskey and beer.
Photo 4: Village square in Villa de Leiva
Photo 5: A gifted musician, who interprets Colombian songs.
The cyclists insisted that we should stay in Tunga, where they lived. To get there, we drove the same route as Nairo Qunitana (winner of the Giro d'Italia) used every day between home in El Moral and school in Arcabuco. The road is a long climb that is not too difficult if you do it once. But if you have to ride it every day, things look different.
Photo 6: Don Lucho, father of Nairo Quintana, with whom we chatted pleasantly.
After we had a little talk with the family Quintana, our way went on to Tunja and from there to Bogota. It is one of the easier ways in Colombia because despite of some small mountain slopes the way is almost flat and runs over a good paving, so we advance quickly and arrive in a few days in Cota (outskirts of Bogotá).
We visit the city center without our bikes, where we
see the family Caceres Boherquez-Calderón, who are relatives of our
Mexican-Colombian friends.
We go on to Manizales which means driving from the Oriental mountain range of 2600m (Bogotá) to 200m (the river Magdalena). The descent is impressive. We make 130km, the longest distance so far. From the cold of the steppe around Bogotá, we come to the unbearable heat around the river.
Nobody informed us about the steep increase of over 10km that awaits us and costs us a lot of strength. We note that our trip has a lot to do with our psychological attitude. It is thought that the physical form is crucial, which is certainly true, but even more important is the head. On some days, when we know in advance that we only can expect gradients, we have no problem with that and other days an unexpected pitch strikes us incredibly difficult.
Before we arrive in Mariquita, we reached Armero. In this town, the worst disaster the country has ever suffered happened. The town was buried in 1985 by an avalanche of mud that came from the mountain "Nevada del Ruiz”. There were 25,000 deaths. Today, the town is still the same as it had been left by the avalanche, but with countless crosses that are placed anywhere.
We pass through the streets of the town and continue.
We go on to Manizales which means driving from the Oriental mountain range of 2600m (Bogotá) to 200m (the river Magdalena). The descent is impressive. We make 130km, the longest distance so far. From the cold of the steppe around Bogotá, we come to the unbearable heat around the river.
Nobody informed us about the steep increase of over 10km that awaits us and costs us a lot of strength. We note that our trip has a lot to do with our psychological attitude. It is thought that the physical form is crucial, which is certainly true, but even more important is the head. On some days, when we know in advance that we only can expect gradients, we have no problem with that and other days an unexpected pitch strikes us incredibly difficult.
Before we arrive in Mariquita, we reached Armero. In this town, the worst disaster the country has ever suffered happened. The town was buried in 1985 by an avalanche of mud that came from the mountain "Nevada del Ruiz”. There were 25,000 deaths. Today, the town is still the same as it had been left by the avalanche, but with countless crosses that are placed anywhere.
We pass through the streets of the town and continue.
Photo 7: A building in Armero, that was not completely buried. One can see that the mud almost covered the ground floor.
In Mariquita, an area rich in fruits, we finally get to know the famous "mangostino", very juicy and tasty.
Photo 8: The famous mangostinos with oranges, mangos, guayabas …
We
make our way to the "Alto de Letras". There are 83km ascent from 500m
(Mariquita) to 3690m. On the first day we manage 55km of not too steep climbing.
We stay in Mesones, where we have double bad luck: our stove causes problems
and our tent leaks. The next day we also have a rapture of a bicycle chain.
Nevertheless, we are able to do the final 28km of the ascent which is steeper
than what we did the day before.
Photo 9: Garbi at the beginning of the ascent, later on we had no good view.
It is a pity that the fog blocks the view. The well-known "Nevado de Ruiz" is sometimes very close, but it can not be seen. The cold is incredible, we reach the hill perspiring and have to put on all existing clothes, then it goes downhill, nice and slow. Because of the dense fog we have only 30m visibility. In a few minutes we drive 28km and reach Manizales, where we arrive in the greatest heat and all clothing is unnecessary. ...
On the distance traveled we have seen and experienced a lot. A novelty and the secret of our successful ascent is "La Panela". This is sugar, which is derived from sugar cane and is cooked for a long time at a high temperature until it is solid. They gave us 1.8 kg and we decided to take it with us, despite the increased weight on our bikes.
Since our arrival in Colombia we have been accompanied by the incredible
hospitality of the Colombians. Wherever we meet people, we are well received
and feel immediately at ease. We think we will feel sorry to leave Colombia.
For the first time on our trip we do not want to change the country. Poor
Ecuador!
Photo 10: Oswaldo and family, who received us in the region of "Rio Claro" (Magdalena Media).
Photo 11: Doña Ofelia and family by whom we found accommodation in Chiquinquirá .
Mountain bikers in Villa de Leiva, who hosted us (Alex), a night in Villa de Leiva and the next in Tunja (Víctor)
Photo 12: Nilson and comrades in a place while climbing up from Arbabuco .
Photo 13: Juana María and her father Iván, where we slept in Cota, in the steppe of Bogotá.
Photo 14: On the photo you can see Mauricio and Luisa, who received us in Bogotá and in Mariquita (Misael), but also Doña Lourdes, Don Marcos, Doña Lucia and Daniel welcomed us belonging to the family.
We also thank Doña Fabiola in Puerto Romero, Alex and family in Villa de Leiva, Doña Carmen and Don Leopoldo in Sequilé and Arnoby and family Mesones and in Manizales for their hospitality as many other people.
Finally, we would like to mention that in the last days people often called us "Berracos" in Colombia. It means "muscle man", we like it!
DEUTSCH
Ich will
Kolumbien nie verlassen
Nach unseren
verdienten Weihnachtsferien geht es wieder auf die Räder. Der Anfang, ohne
Übung zu haben, ist die Auffahrt von Las Palmas, eine legendäre Route von
Medellin auf der Rigoberto Uran und Kameraden trainieren. Kolumbien ist
traditionell ein Radsportland. Die Straßen sind voll von Radamateuren und die
Autofahrer scheinen an sie gewöhnt zu sein. Das Radfahren ist schwer, aber wir
machen es willig. Wir freuen uns, endlich wieder die Freiheit genießen zu
können, die uns die Fahrräder bieten. Wir sind nicht mehr auf andere
Reisemittel (Schiff, Flugzeug, Auto) angewiesen.
Wir erreichen die
Höhe und nehmen die Strecke, die man uns geraten hat, Boyaca. Um dort
hinzukommen, benötigen wir noch einige Tage und müssen die zentrale Bergkette
und dann die östliche überqueren. Wir kommen an den Fluß Magdalena, der 1km
breit ist. Es ist das erste Mal, daß wir ihn sehen. Er durchquert fast das
ganze Land von Süd nach Nord. Während der ersten Tage kommen wir an der
„Hacienda Napoles, vorbei, der frühere Besitz des bekannten Drogenhändlers
Pablo Escobar. Seit der Enteignung ist das Grundstück als zoologischer Garten
für das Publikum geöffnet, denn der ehemalige Besitzer hielt sich eine große
Anzahl von Tieren. Nach der Überquerung des Flusses beginnt eine ungepflasterte
Straße, was wir so mögen!!
Foto 1: So sieht man
aus, wenn man einen Tag lang auf ungepflasterten Straßen fährt.
Foto 2: Ein Bild ist
oft mehr Wert als 1.000 Worte.
Foto 3: Die
Radfahrerin, die den Pferden ins Ohr flüstert.
Die schweren
Steigungen beginnen, die erste ist 24km lang auf ungepflasterter Straße. Auf
der Höhe angekommen, brauchen wir eine Pause zum Essen und für ein paar Fotos.
Jeder hat eine vage
Ahnung wie bergig dieses Land ist, aber erst wenn man in die Pedalen tritt,
merkt man, was das bedeutet. Kolumbien ist ein einziges Auf und Ab und ein
dauernder Wechsel von Kälte und Hitze. Man bewegt sich von einem Tal zum
anderen oder vom Tal zur Höhe und fast immer sind es starke Steigungen und
Abfahrten. Von der Kälte, bei der wir alles Erreichbare anziehen müssen bis zur
Hitze, bei der wir sogar unter der Zunge schwitzen, sind oft nur wenige Stunden
zu fahren und das mit dem Fahrrad. Es ist großartig!!Um in die Region von Tunja
und der bekannten Stadt Villa de Leiva zu kommen, erreichen wir die Region
„Esmeralda“. Hier findet man zahlreiche Bergwerke wo der Smaragd abgebaut wird,
was diesem bergigen Gebiet viel Unglück gebracht hat. Es ist noch nicht lange
her, daß es hier kriegsähnliche Gefechte gegeben hat um die Kontrolle der
Bergwerke.
Nach einer Steigung
auf 3.000m Höhe auf gepflasterten Straßen, erreichen wir Villa de Leiva.
Während wir bisher in einer Region mit Obstanbau gewesen waren, kommen wir
jetzt, nur nach wenigen Stunden, auf ein karges Plato....
Villa de Leiva ist
ein wunderschöner Kolonialort in dem wir erstaunlicherweise zahlreiche
Radfahrer treffen, mit denen wir einige amüsante Stunden mit Whisky und Bier
verbringen.
Foto 4: Dorfplatz in
Villa de Leiva
Foto 5: Ein
begnadeter Musiker, der kolumbianische Lieder interpretiert.
Die Radfahrer
bestehen darauf, das wir in Tunga, ihrem Wohnort, übernachten. Um dorthin zu
kommen, fahren wir den selben Weg, den Nairo Quintana (Sieger eines Giro de
Italia) täglich zurücklegte als Junge zwischen der Wohnung in El Moral und der
Schule in Arcabuco. Die Straße ist ein langer Aufstieg, der nicht zu schwierig
ist, wenn man ihn einmal zurücklegt. Wenn man ihn aber tagtäglich zu befahren
hat, sieht die Sache anders aus.
Foto 6: Don Lucho,
Vater Nairo Quintanas, mit dem wir uns angenehm unterhielten.
Nachdem wir ein
wenig mit der Familie Quintana gesprochen haben, geht unser Weg weiter nach
Tunja und von dort aus nach Bogotá. Es wird einer der leichteren Wege in
Kolumbien, denn trotz einiger kleiner Bergsteigungen ist die Strecke beinahe
eben und führt über eine gute Straße, so daß wir schnell voran kommen und in
ein paar Tagen in Cota sind (Außenbezirk von Bogotá). Von dort aus fahren wir
ohne Räder in die Innenstadt, wo wir die Familie Cáceres-Boherquez-Calderón
besuchen, die Verwandte unserer mexikanisch-kolumbianischen Freunde sind.
Es geht weiter nach
Manizales. Wir müssen wieder die orientalische Bergkette von 2.600m (Bogotá)
auf 200m (der Fluß Magdalena) befahren. Die Abfahrt ist beeindruckend. Wir
legen 130km zurück, die längste Tagesstrecke bisher. Von der Kälte der Steppe
um Bogotá kommen wir in die unerträgliche Hitze der Umgebung des Flusses.
Niemand hat uns
informiert über den steilen Anstieg von über 10km, der uns erwartet und der uns
viel Kraft kostet. Wir stellen fest, daß unsere Reise viel mit unserer
psychologischen Einstellung zu tun hat. Man meint, die körperliche Form sei
entscheidend, was sicher stimmt, aber noch wichtiger ist der Kopf. An manchen
Tagen, an denen wir schon vorher wissen, daß uns nur Steigungen erwarten, haben
wir damit kein Problem und an anderen Tagen fällt uns eine unverhoffte Steigung
unheimlich schwer.
Ehe wir in
Mariquita ankommen, erreichen wir Armero. In dieser Stadt geschah das wohl
schlimmste Unglück des Landes. Der Ort wurde 1985 von einer Schlammlawine
verschüttet, die vom Berg „Nevada del Ruiz“ kam. Sie forderte 25.000 Tote.
Heute steht die Stadt noch so da wie
nach der Katastrophe jedoch mit unzähligen Kreuzen, die überall
aufgestellt sind.
Wir passieren die
Straßen des Ortes und fahren weiter.
Foto 7: Ein Gebäude
in Armero, das nicht vollständig begraben wurde. Man sieht, daß der Schlamm
fast das Erdgeschoß bedeckte.
In Mariquita,
wieder einmal ein Gebiet reich an Obst, lernen wir endlich die berühmten Mangos
„Mangostinos“ kennen, sehr saftig und wohlschmeckend.
Foto 8: Die bekannten
Mangostinos zusammen mit Apfelsinen, Mangos, Guayabas …
Wir machen uns auf
zum „Alto de Letras“. Es sind 83km Anstieg, von 500m (Mariquita) auf 3.690m. Am
ersten Tag schaffen wir 55km des nicht zu steilen Anstiegs. Wir übernachten in
Mesones, wo wir doppeltes Pech haben: unser Kocher geht kaputt und in unser
Zelt läuft Wasser. Am nächsten Tag haben wir dann auch noch einen Kettenriß.
Trotzdem schaffen wir den viel steileren, wenn auch kürzeren Rest des Anstiegs.
Foto 9: Garbi am
Anfang des Anstiegs, später hatten wir keine gute Sicht.
Es ist schade, das
der Nebel uns die Aussicht versperrt. Der bekannte „Nevado de Ruiz“ ist ganz in
der Nähe, aber er ist nicht zu sehen. Die Kälte ist unglaublich, wir kommen
verschwitzt auf der Anhöhe an und müssen uns alle vorhandene Kleidung anziehen,
dann geht es bergab, schön langsam. Durch den dichten Nebel haben wir nur 30m
Sicht. In wenigen Minuten sind wir 28km gefahren und erreichen Manizales, wo
wir in der größten Hitze ankommen und alle Kleidung überflüssig ist. ,
Auf dem
zurückgelegten Weg haben wir viel erlebt und erfahren. Eine Neuigkeit und das
Geheimnis unserer erfolgreichen Aufstiege ist „La Panela“. Das ist Zucker, der
aus Zuckerrohr gewonnen wird und solange bei hoher Temperatur gekocht wird, bis
er fest wird. Man hat uns 1,8 kg geschenkt und wir haben uns entschlossen, es
mit uns zu nehmen, trotz des erhöhten Gewichts auf unseren Rädern. Uns
begleitet seit unserer Ankunft die
unglaubliche Gastfreundschaft der Kolumbianer. Wo immer wir Menschen treffen,
werden wir gut aufgenommen und fühlen uns sofort wohl. Wir denken, daß es uns
Leid tun wird, Kolumbien zu verlassen. Zum ersten Mal auf unserer Reise möchten
wir das Land nicht wechseln. Armes Ecuador!
Hier zeigen wir nur
einige dieser gastfreundlichen Kolumbianer.
Foto 10: Oswaldo und
Familie, die uns in der Region von „Rio Claro“ (Magdalena Media) aufnahmen.
Foto 11: Doña Ofelia
und Familie, bei der wir bei der Auffahrt nach Chiquinquirá unterkamen.
Moutainbiker in
Villa de Leiva, die uns beherbergten (Alex), eine Nacht in Villa de Leiva und
die nächste in Tunjá (Víctor).
Foto 12: Nilson und
Kameraden beim Aufstieg von Arbabuco aus.
Foto 13: Juana María
und ihr Vater Iván, bei denen wir schliefen in Cota, in der Steppe von Bogotá.
Foto 14: Auf dem Foto
sieht man Mauricio und Luisa, die uns in Bogotá und in Mariquita (Misael)
aufnahmen, aber auch Doña Lourdes, Don
Marcos, Doña Lucia und Daniel empfingen uns wie zur Familie gehörend.
Wir danken auch
Doña Fabiola in Puerto Romero, Alex und Familie in Villa de Leiva, Doña Carmen
und Don Leopoldo in Sequilé sowie Arnoby und Familie in Mesones und in
Manizales für ihre Gastfreundschaft wie vielen anderen Personen.
Zum Schluß möchten
wir noch erwähnen, daß man uns in den letzten Tagen oft „Berracos“ genannt hat
in Kolumbien. Es bedeutet soviel wie „Kraftprotz“, uns gefällt es!
Sois brutales. Vuestras entradas de blog son vitaminas para los que os apoyamos y queremos. Besos, abrazos y pura vida!!
ResponderEliminarIñigo
Gracias Iñigo!! Lo que nos dices nos da ganas de escribir más (y pedalear menos) ;-). Besos de vuelta a ese anhelado país de la PuraVida!
EliminarJoder que envidiote, erik. Parece que os van saliendo las cosas bien. Cuanto tiempo teneis previsto terminar!
ResponderEliminarYo me voy ahora en febrero a la patagonia, aunque a recorrerla andando.
Tampoco me voy tanto tiempo, que no tengo pasta , y al ir sola habra sitios muy remotos en los que no meapetece meterme, y tirare de bus. Debe ser carete. Y lo del peso en la mochila tambien lo tengo que estudiar. Y voy a tener que aprender a tener jeta.
Estoy cagada
Que vaya muy bien, y a seguir contando historietas de las buenas. Un saludo
Allez , allez!
Ester!!! Tenemos previsto llegar a Ushuaia en Noviembre o Diciembre de este año para volver a pasar Navidades con la familia. La Patagonia está genial para caminar! Ánimo, seguro que encuentras gente que va en tu mismo plan y lo disfrutas muchísimo. Suerte!!!
EliminarFelicidades Erik y Garbi. Seguimos sus andanzas desde Yucatán. Los esperamos de vuelta en casa.
ResponderEliminarNosotros también seguimos sus logros por face. Qué buena la marcha de todo tipo de ciclistas que organizaron. Felicidades!!! Eso sí es poner la carne en el asador!
ResponderEliminar¡¡¡Bien mutikos bien!!! con lo que haya que tener...
ResponderEliminarNos alegra mucho saber que estais, no solamente en forma, sino que transmitis un mayor subidón en vuestro estado de animo. "Eso os da alas..."Bueno que sigais asi y cuidar los pequeños percances de salud...Muxus y abrazos para ambos. vuestros aitas. Inaxio Mari y la leona.
Aupa aita!!
EliminarMil esker por los ánimos.
Mañana emprendemos marcha hacia el sur colombiano, en este caso vamos por un valle más bien llano, pero ya tenemos en vista las subida que nos esperan al acercarnos a Ecuador y ya en el país vecino.
Muxu handi bat!
Feliz cumpleaños Garbi, y mi admiración a los dos.....
ResponderEliminarGracias!!
EliminarQué ilusión que te acuerdes del cumpleaños y recibir un comentario tuyo!!
Muchos abrazos de parte de los dos!!