lunes, 23 de febrero de 2015

Reportando desde el hemisferio sur

Aquí me encuentro dentro de nuestra tienda, en Loja, Ecuador ya cerca de la frontera con Perú, a unos 3 días en bicicleta. Hemos leído que se trata de una linda frontera, perdida en mitad de la nada pero sí, con puestos migratorios en ambos lados. La verdad, la gente puede decir o escribir mucho pero uno ya no se fía ni de su sombra, habrá que ir y ver cómo está.
Haciendo un repaso mental de lo que ha sido este país para nosotros, me vienen muchas imágenes, recuerdos, pero sobre todo sensaciones.
Comenzamos por el norte, en el paso fronterizo de Rumichaca en la provincia del Carchí. Los primeros kilómetros de país, como siempre, ilusionantes. Uno no sabe qué le va a deparar el día, donde va a dormir, cómo va a ser el terreno… Ya que no investigamos demasiado sobre qué nos vamos a encontrar; preferimos dejarnos sorprender y disfrutar la incertidumbre.
Un estruendo nos asusta cuando todavía estamos sellando nuestros pasaportes en la frontera. Un taxista nos explica que se debe a la ampliación de la carretera que están haciendo. Nos asombra la cantidad de kilómetros en obras: el gobierno ecuatoriano está invirtiendo en la mejora de las vialidades, ya nos lo advirtieron los colombianos: “Ecuador tiene buenas carreteras”. En nuestra opinión será en unos años, ahora ¡están todas levantadas! Es justamente por estas mismas obras que nos despistamos y agarramos una carretera en la que se omite el paso por la latitud 0, el ecuador, por lo que no nos enteramos de cuándo dejamos el invierno del hemisferio norte para pasar al verano sureño.

Destrozos naturales en la nueva carretera de acceso al aeropuerto de Quito, 800.000 m2 de taludes recubiertos con orgullo.

Si venimos viendo gente indígena durante todo el día, al descender de la sierra y encontrarnos con temperaturas mucho mayores nos topamos con pura gente negra. Es gracioso como esto se ha ido repitiendo a lo largo de todo nuestro viaje. En lugares de poca altitud donde el clima es más benévolo, uno se encuentra con esta raza, cuando la altitud aumenta y con ello la temperatura desciende, desaparecen.
Este es el caso, por ejemplo, del día que cruzamos nuestro primer paso a 4000 m.s.n.m. Nos resulta dura la subida, más tarde entendemos por qué: hemos subido casi 2000 metros en algo más de 20 kilómetros y aunque no hemos sentido nada cercano al mal de altura, el corazón sí ha necesitado latir más rápidamente. Esta carretera la elegimos, alejándonos del volcán Cotopaxi, para visitar a Pablo, de Urrúnaga y Gloria, su compañera, en la Amazonía ecuatoriana, de donde ella proviene. Coincidimos allá con Mikel Jon, amigo de la escuela de Erik, y pasamos varios días descansando, recordando, compartiendo y, ¡JUGANDO AL MUS!

Garbi ascendiendo el paso de más de 4000 msnm de Papallacta, al fondo el nevado del Cotopaxi.

Nuestras burritas.

De izquierda a derecha: Mikel Jon, Pablo y Gloria, sí, detrás de la planta.
Garbi bañándose en el Río amazónico Napo.

Del Puyo, donde viven Pablo y Gloria, iniciamos una nueva subida hacia Baños, lugar turístico por excelencia. No es allí donde tomamos nuestro primer y ansiado baño en aguas termales, porque como en otros muchos casos, el turistizar los lugares conlleva desnaturalizarlos también. Preferimos esperar hasta después de Biblián, donde los amabilísimos bomberos que hasta organizan una de sus patrullas para darnos un tour nos aconsejan conocer las termas de Guapán, donde acude el populacho. Lo hacemos a las 8 de la mañana del lunes de carnaval, disfrutando en completa soledad de los más de 50 grados a los que brota el agua. Mis rodillas ronronean de gusto y todo el cuerpo se estremece de relajación.

Hay varias pozas, nos metemos en la que los huevos no se llegaban a escaldar.

Pero pronto volvemos a sentirnos algo estresados o nerviosos. La razón es el carnaval, el cual se festeja con globos de agua o bombas, baldes y mangueras. En nuestro camino hacia Cuenca yo soy sorprendida por una de estas bombas que cae fuertemente en mi ojo izquierdo tirando además del casco para abajo y a Erik le echan un balde de agua helada desde un camión que pasa rápido a su lado y huye cobardemente.
Por suerte tenemos la oportunidad de conocer las costumbres carnavalescas desde dentro de dos familias: la de Oswaldo, warmshower que nos acoge en Cuenca, devolviéndonos la esperanza en este colectivo de cicloviajeros, y la de su compañera, Katy. Con ellos pasamos varios días en los que aprovechamos para subir en autobús al Parque Nacional de Cajas y pasar unas horas haciendo algo diferente: caminar por la montaña. Los dos disfrutamos en silencio el estar lejos de carreteras y coches por un momento.

)
Oswaldo y Katy en el centro, a la izquierda sofa de Couchsurfing formado por Natasha (Rusia), Lucy y Paul (Francia) y sofa derecho warmshowers Erik y Garbi.
P.N. Cajas. Se ubica a más de 3500 m de altitud. Lago la Riñorera.

Llegamos a caminar a 4130 metros sobre el nivel del mar. En el parque existen muchísimos lagos y los árboles Quinua que son de las pocas especies que viven sobre los 3500 m.








Al final de este día, nos vuelve a sorprender la niebla, misma que nos ha acompañado durante varias jornadas. Es como una nube en la que entramos, pero que nunca sabemos cuándo vamos a salir.

Garbi en mitad de "la nada".

Impresionantes vistas desde el mirador.

A veces viene acompañada de lluvia, en diferentes intensidades. Este es el caso de la noche en la que dormimos en Zhud, donde una vez más, ni la policía, ni las escuelas nos ayudan con la pernocta. Finalmente D. Manuel, el síndico de la iglesia, nos invita a su casa. Junto con su esposa compartimos unas horas de entrañable plática y una deliciosa cena a base de arroz y papitas. Estas últimas puede decirse que son el producto estrella de Ecuador en todas sus innumerables variedades.
D. Manuel y su esposa son unos de los muchísimos ecuatorianos que han emigrado en busca de mejores oportunidades. Ellos viajaron a Estados Unidos de “mojados”, dejando a sus hijos en su país. El viaje fue una odisea: entre otras cosas, tuvieron que caminar durante 8 días por el desierto que separa el país del tío Sam de México. Ya en los Estados, trabajaron duro en diferentes puestos de trabajos, sin tener absolutamente ni idea de inglés (a duras penas hablan el español al ser el quichua su lengua materna), para poder ganar plata que ahora les hace vivir más tranquilos. Ellos regresaron por exigencia de sus hijos. Tuvieron oportunidad de volverse al norte, ahora sí de legales, pero hoy en día se encuentran mucho mejor cultivando su tierra y cuidando su ganado.

Mercado de ganado de Riobamba, a 100 $ la oveja!!

Tras nuestras escaladas por tierras colombianas, pensábamos que ya estábamos fuertes (o verracos) para toda la montaña que nos viniera. Aunque sí nos encontramos bastante fuertes, Ecuador está siendo más exigente que el país vecino. De todas nuestras jornadas por este país, solo en cinco de ellas no hemos realizado un paso sobre los 3000 metros. Además no es que uno agarre una estepa y ya avance tranquilo: esto es un sube y baja constante. Hasta tal punto que está habiendo días en los que a la una del mediodía ya nos damos por vencidos… Y aprovechamos entonces para conversar… Entre nosotros, mayormente, porque no son pocos los ecuatorianos que de alguna manera u otra nos muestran que prefieren mantenerse a cierta distancia. Contrastando con el arte que desplegaron en Colombia para hacernos sentir bienvenidos, no han sido pocas las ocasiones en Ecuador, en las que nos hemos sentido casi estorbando o molestando. Es una sensación poco agradable, pero como comentábamos, hoy durante la rica cena a base de lentejas, yuca, papa, zanahoria, ajo, cebolla y arroz que nos hemos preparado dejando a rebosar nuestra pequeña cazuela,… ¡ya se me ha olvidado lo que iba a decir recordando el rico sabor de tremendo manjar!

Cuidado que cae alguna piedrilla...

Iglesia de Baños de Agua Santa, donde pasamos la noche.

Escarabajo gigante, del tamaño de la palma de la mano. No es un Transformer!

Alausí y sus bellas casas.

Uno de los baños con las mejores vistas de Ecuador.

ENGLISH


News from the Southern Hemisphere

Here I am in our tent in Loja, Ecuador, about three days away by bike from the border with Peru. We have read that the separation between Ecuador and Peru is located in a beautiful,  countryside and it even has an immigration office. However, the written information cannot always be trusted so we want to see it with his own eyes.
Looking back on what we have experienced in this country, there come to my mind images and memories, but above all feelings.
It began in the north of the country, at the border crossing of Rumichaca in the province of Carchi. The first few miles we advanced amazingly quick. You do not know what the day holds for you, where you will sleep, what the roads will be like, etc. But we have stopped preparing our trip too much instead we look forward to the unknown and prefer to be surprised.
An explosion frightens us during our passports being stamped at the border. A taxi driver tells us that the road is widened, therefore the detonation.
The many miles of road works are amazing: the Ecuadorian government has invested massively into the improvement of the roads. In Colombia, we heard: "Ecuador has good roads”. Our opinion is that this will be certainly true in a few years; but now they are all under construction! That's why we make the mistake of taking a road that is not passable on the length width 0, the equator. Here we move from the northern winter to southern summer.

Photo 1: destruction for the new road to the airport in Quito, 800.000m2 of slopes supported with national pride.

During our descent towards higher temperatures we meet only Indians, but when it gets warmer, the population is black. This has repeated itself many times on our trip so far. The Indians live in colder temperatures whereas they disappear in warmer ones. So it is, for example, when we cross for the first time  a mountain pass at 4000m. The increase is difficult. Later we know why: in about 20km we had overcome almost 2000m of height. Although we do not have the feeling of altitude sickness, the heart is beating very fast. This road, which leads us away from the Cotopaxi, we take  to visit Pablo de Urrunaga and Gloria in the Ecuadorian Amazon, where Gloria was born. There we meet Jon Mikel, a classmate of Erik's. A few days break is good for us. We fill them with conversations, memories and Mus (a Basque card game).

Photo 2: Garbi while climbing to over 4,000m at Papallacta, in the background  the snow-capped Cotopaxi.

Photo 3: Our bikes.



Photo 4: From left to right: Jon Mikel, Pablo and Gloria (behind the plant).

Photo 5: Garbi bathes in the Napo (a tributary of the Amazon).

From Puyo, where Pablo and Gloria live, we go back up towards Baños, a famous tourist spot. Here, however, we do not take our first warm bath, as, because of the massive tourism of the town, it has lost its natural charm. That is why we prefer to wait until after Bilbian. There we meet very nice firemen. They show us around in one of their cars  and advise us to visit the thermal baths of Guapán where the locals go. We enjoy the hot springs at 8 o'clock in the morning at Mardi Gras without any other users. The water has a temperature of more than 50ºC. My knees "purr" with happiness and the whole body relaxes.

Photo 6: There are several holes from which we select one which has a water temperature not so high that you could cook eggs.

But soon the feeling of stress and nervousness comes back again, because it is carnival which means balloons and buckets full of water and water hoses in order to wet everybody possible. On our way to Cuenca I am pelted with water. It goes directly into my left eye and my helmet shifts. Erik gets ice cold water from a passing truck.
Fortunately, we have the opportunity to learn about the carnival traditions within two families. The first one is the family of Oswaldo's, a "Warm Shower" in Cuenca, who also lets us believe in the organization again. The second family is the one of his girlfriend Katy.
We stay a few days and visit by bus the National Park of Cajas to switch for a few hours from the almost daily activity of cycling to hiking in the mountains. We both enjoy the trip in silence, far away from roads and cars.

Photo 7: Oswaldo and Katy in the middle, to the left on the sofa 'Couch Surfing' Natasha (Russia), Lucy and Paul (France) and to the right on the sofa "Warm Shower" and Erik Garbi.

Photo 8: Natural Park Cajas, at more than 3,500 m altitude, the lake Riñorera.

Photo 9: We walk at altitudes of 4.130m above sea level; there are many lakes in the park and the quinoa tree, one of the few that can thrive at 3.500m.

At the end of this day the fog comes back. That's what happened to us on previous days. We  come into the fog and it seems there is no exit.

Photo 10: Garbi in the middle of nothing.

Photo 11: "Amazing views".





Sometimes the mist  is accompanied by rain in different strengths. This happens in Ihud where we get no help for the night neither by the police nor the school. Finally, we are invited by Don Manuel, who is responsible for the church, to his home. With him and his wife we ​​spend a few hours of conversation and a delicious dinner of rice and potatoes. These products are the main food of Ecuador in all its varieties.
Don Manuel and his wife emigrated, like many of  their compatriots, to the United States to find better living opportunities. They went as "mojados" to North America and left their children in Ecuador. The trip was an odyssey. They had eight days to walk through the desert that separates Mexico and the United States. Once there, they worked hard in various jobs without knowing the language (they barely speak Spanish, their native language is Quechua). With great effort they could save enough money to be able to live now a little better. As the children wanted to live with their parents, they left the United States. They could have returned and this time as legal immigrants, but they are more satisfied in Ecuador where they cultivate their own land and take care of the cattle.

Photo: Market in Riobamba, a sheep will cost $ 100.
After our ascents in Colombia we believed to be strong enough for any mountain roads. However, Ecuador requires a lot more of us in this regard. Every day, except for five, we have to pass 3.000m. You do not get to a certain level and then carry on there at least for a while, but it's a constant up and down. So it happens that we do not continue in the afternoon because of fatigue. This extra time we use to talk with one another, mostly because the Ecuadorians often give us to understand that they prefer the distance towards us. Sometimes we think we are disturbing. This is not a pleasant feeling, but we assured ourselves. ...... we are eating a very savory dinner of yuca, carrots, garlic, onion and rice, which we have prepared in our small pot....... I have forgotten what I wanted to write because of remembering the enjoyment of the dinner,
 .
Photo 12: Beware of falling “little” stones occasionally.

Photo 13: Church of Baño de Agua Santa, where we slept.

Photo 14: A giant beetle, the size of a palm, it is not a transformer!

Photo 15: Alausi with its beautiful houses.


Photo 16: One of the baths with the most beautiful view of Ecuador.

DEUTSCH


Nachrichten von der südlichen Hemisphäre

Hier bin ich in unserem Zelt in Loja, Ecuador, etwa drei Tage entfernt mit dem Fahrrad von der Grenze nach Peru. Wir haben gelesen, daß die Trennung zwischen Ecuador und Peru in einer schönen, abgelegenen Landschaft liegt und über ein Einwanderungsbüro verfügt. Allerdings kann man diesen schriftlichen Informationen nicht immer trauen, daher wollen wir es lieber mit eigenen Augen begutachten.
Bei einem Rückblick auf das was wir in diesem Land erlebt haben, fallen mir Bilder und Erinnerungen ein, aber vor allen Dingen Gefühle.
Es begann im Norden des Landes, am Grenzübergang von Rumichaca in der Provinz Carchi. Die ersten Kilometer waren wie immer erstaunlich. Man weiß nicht, was der Tag bereit hält, wo man schlafen wird, wie die Straßen sein werden usw. Aber wir haben aufgehört, uns zu sehr vorzubereiten auf ein Land und freuen uns lieber auf das Unbekannte und lassen uns überraschen.
Eine Explosion erschreckt uns während unsere Pässe abgestempelt werden an der Grenze. Ein Taxifahrer erklärt uns, daß die Straße verbreitert wird, daher  die Detonation.
Die vielen Kilometer der Straßenbauarbeiten sind erstaunlich: die ecuadorianische Regierung steckt viel Geld in die Verbesserung der Straßen. In Kolumbien erzählte man:“Ecuador hat gute Straßen“. Unsere Meinung ist, daß das sicher wahr sein wird in einigen Jahren; jetzt sind sie jedoch alle im Bau! Darum verfahren wir uns auch und kommen auf eine Straße, die auf der Längenbreite 0, dem Äquator, nicht passierbar ist. Hier wechseln wir vom nördlichen Winter zum südliche Sommer.

Foto 1: Zerstörungen für die neue Straße zum Flughafen von Quito, 800.000m2 von Abhängen  gestützt mit nationalem Stolz.

Während unserer Abfahrt zu höheren Temperaturen treffen wir nur Indios, aber sobald es wärmer wird, ist die Bevölkerung schwarz. Das hat sich oft wiederholt auf unserer bisherigen Reise. In kalten und kühleren Temperaturen leben die Indios in wärmeren trifft man sie nicht an. So ist es z. B. als wir zum ersten Mal einen Bergpaß auf 4.000m überqueren. Der Anstieg ist schwer. Später wissen wir auch warum: in etwas über 20km sind wir fast 2.000m hochgefahren. Obwohl wir nicht das Gefühl der Höhenkrankheit haben, schlägt das Herz doch sehr schnell. Wir nehmen eine Straße, die uns vom Cotopaxi entfernt, um Pablo de Urrunaga und Gloria, seine Gefährtin, im ecuadorianischen Amazonien zu besuchen, wo Gloria geboren ist. Dort treffen wir Mikel Jon, einen Schulkameraden Eriks. Einige Tage Pause tun uns gut. Wir füllen sie mit Unterhaltungen, Erinnerungen und Mus (ein baskisches Kartenspiel).

Foto 2: Garbi beim Aufstieg auf über 4.000m bei Papallacta, im Hintergrund der schneebedeckte Cotopaxi.

Foto 3: Unsere Drahteseln

Foto 4: von links nach rechts: Mikel Jon, Pablo und Gloria (hinter der Pflanze).

Foto 5: Garbi badet im Napo (ein Zufluß des Amazonas).

Von Puyo, wo Pablo und Gloria leben, fahren wir wieder hoch nach Baños, einem bekannten Ort für Touristen. Dort nehmen wir jedoch nicht unser erstes Thermalbad, denn wie so oft, durch den Massentourismus verliert der Ort seinen natürlichen Charme. Darum ziehen wir es vor, bis hinter Bilbian zu warten. Dort treffen wir sehr nette Feuerwehrleute. Sie zeigen uns mit einem ihrer Wagen die Gegend und raten uns, die Thermen von Guapán zu besuchen, wo die Einheimischen hingehen. Wir genießen die Thermen um 8 Uhr am Morgen des Karnevals ohne jegliche Gesellschaft. Das Wasser hat eine Temperatur von mehr als 50ºC. Meine Knie „schnurren“ vor Glück und der ganze Körper entspannt sich.

Foto 6: Es gibt mehrere Löcher von denen wir eines auswählen dessen Wassertemperatur nicht so hoch ist, daß man Eier kochen könnte.

Aber bald kommt das Gefühl des Stresses und der Nervosität wieder auf, denn es ist Karneval. Er wird mit Luftballons und Eimern voller Wasser sowie Wasserschläuchen begangen. Man begießt jeden, der einem über den Weg läuft. Auf unserer Strecke nach Cuenca werde ich mit Wasser beworfen. Es geht direkt in mein linkes Auge und der Sturzhelm verschiebt sich. Erik erhält einen Einer eiskalten Wassers von einem vorüberfahrenden Lastwagen.
Zum Glück haben wir Gelegenheit, die Karnevalsbräuche innerhalb von zwei Familien kennenzulernen. Einmal in der Familie von Oswaldo, ein „Warmshower“ in Cuenca, der uns außerdem wieder an die Organisation glauben läßt. Dann auch noch in der Familie seiner Gefährtin Katy.
Wir bleiben ein paar Tage und besuchen mit dem Autobus den Nationalpark von Cajas, um während einiger Stunden die fast tägliche Aktivität des Radfahrens zu wechseln und in den Bergen zu wandern. Beide genießen wir während des Ausflugs die Stille, weit ab von Straßen und Autos.

Foto 7: Oswaldo und Katy in der Mitte, links auf dem Sofa „Couchsurfing“ Natasha (Rußland), Lucy und Paul (Frankreich) und rechts auf dem Sofa „Warmshower“ Erik und Garbi.

Foto 8: Naturpark Cajas, auf mehr als 3.500m Höhe, der See Riñorera.

Foto 9: Wir laufen in Höhen von 4.130m über dem Meeresspiegel; der Park beherbergt viele Seen und den Quinua Baum, einer der wenigen, die auf 3.500m gedeihen kann.
Am Ende dieser Etappe kommt wieder Nebel auf. Das ist uns in vorherigen Tagen auch passiert. Wir kommen in eine Wolke und es scheint, es gibt keinen Ausgang.

Foto 10: Garbi im „Nichts“.

Foto 11: „Beeindruckende Aussicht“.

Manchmal wird der Nebel von Regen in verschiedenen Stärken begleitet. Das passiert in Ihud, wo wir weder von der Polizei noch von der Schule Hilfe für die Übernachtung bekommen. Schließlich lädt uns Don Manuel, der Verantwortliche für die Kirche, zu sich nach Hause ein. Mit ihm und seiner Frau verbringen wir einige Stunden der Unterhaltung und ein schmackhaftes Abendessen aus Reis und Kartoffeln. Diese Produkte sind die wichtigsten Nahrungsmittel Ecuadors in allen ihren Varietäten.
Don Manuel und seine Frau wanderten, wie viele ihrer Landsleute, in die USA aus, um bessere Lebensmöglichkeiten zu finden. Sie gingen als „mojados“ nach Nordamerika und ließen ihre Kinder in Ecuador. Die Reise war eine Odyssee. Sie mußten acht Tage durch die Wüste laufen, die zwischen Mexiko und die USA liegt. Dort angekommen, arbeiteten sie schwer in verschiedenen Beschäftigungen, ohne die Sprache zu kennen (sie sprechen auch kaum Spanisch, ihre Muttersprache ist Quichua). Unter großen Anstrengungen konnten sie genügend Geld sparen, um jetzt etwas sorgloser leben zu können. Da die Kinder mit ihren Eltern leben wollten, verließen diese die USA. Sie hätten zurückkehren könnten  und diesmal als legale Einwanderer, aber sie sind zufriedener in Ecuador wo sie ihr Land bebauen und das eigene Vieh hüten.

Foto 12: Markt in Riobamba, ein Schaf kostet 100$.

Nach unseren Aufstiegen in Kolumbien glaubten wir, kräftig genug zu sein für jegliche Bergstraßen. Trotz alle dem verlangt Ecuador noch viel mehr von uns in dieser Hinsicht. Jeden Tag, bis auf fünf, müssen wir in diesem Land über Pässe auf 3.000m. Man kommt nicht auf eine gewisse Höhe und bleibt dann wenigstens für eine Weile dort oben, sondern es ist ein ständiges Auf und Ab. So kommt es vor, daß wir am Mittag nicht mehr weiterfahren wegen Müdigkeit. Diese extra Zeit nutzen wir zu Gesprächen unter uns, meistens, denn die Ecuadorianer geben uns oft zu verstehen, daß sie die Distanz uns gegenüber vorziehen. Manchmal glauben wir zu stören. Das ist kein angenehmes Gefühl, aber wir  versicherten uns..... während eines sehr wohlschmeckendem Abendessen aus Yuca, Mohrrüben, Knoblauch, Zwiebel und Reis, das wir in unserem kleinen Topf vorbereitet haben........ Ich habe bei der Erinnerung des Genusses des Abendessens vergessen, was ich schreiben wollte.

Foto 13: Vorsicht vor gelegentlich fallenden Steinchen.

Foto 14: Kirche von Baño de Agua Santa, wo wir schliefen.

Foto 15: Ein Riesenkäfer, so groß wie ein Handteller, es ist kein Transformator!

Foto 16: Alausi mit seinen schönen Häusern.

Foto 17: Eines der Bäder mit einer der schönsten Aussichten Ecuadors.

12 comentarios:

  1. Una vez mas, aplausos por las fotos

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  2. Gabri querida espero con impaciencia tu parte de viaje. De nuevo, ¡gracias por llevarnos en tu bici por el mundo!

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  3. Ya moría por leerles, mis mejores deseos en este nuevo hemisferio, ¡Manden unas ovejas para acá y empecemos un nuevo negocio! Jajaja un fuerte abrazo, cuidense mucho y gracias por compartir tanta hermosura

    «Ale Tyz»

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  4. Si hubieras hecho la misma experiencia en todos los paises, podrias negociar el studio"En que lugar Americano se cag... major".Jeje.
    Un gusto enorme verlos tan llenos de experiencias y esperamos que todo siga tan bien como hasta ahora, o major.Un abrazo, y esperando sus noticias

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  5. Reconozco que estoy totalmente enganchada a vuestro blog, cada día reviso para ver si habéis colgado algo nuevo y cuando, como hoy, me encuentro con vuestras aventuras me cambia el día. ¡¡¡Qué gusto leeros!!! es como ir en una tercera bicicleta, detrás de vosotros. Alucinantes las fotos. ¡¡¡Qué paisajes!!! Es precioso, aunque para las piernas debe de ser mortal; bueno, para las vuestras un poco menos que para las de el resto de los mortales, porque las vuestras son de acero. Muchos besos verracos y ¡¡¡adelante!!! Que entrés con buen pie (o con buena rueda) en Perú.
    Amatxu

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  6. Por cierto, se me olvidaba. Las vistas de ese baño para mí las quisiera. Jajaja...

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  7. Aspaldiko! Zelebre bikote! Zelan zabiltzate? Ea zure desioak lortzen dituzuen!!! Gasteiztik besarkada handi bat! Segi horrela txapeldunak!

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  8. Gracias a todos por vuestros comentarios, nos ilusionan y animan mucho. Ahora ya estamos en Perú, donde a conexión a internet es peor, así que con pena no podemos contestar a cada uno de vuestros mensajes, pero los llevamos super presentes cuando las cuestas, la lluvia y el ripio se nos npresentan. Besos desde acá!!

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  9. Holaaa!! Es siempre un alivio y regalo verles y verles bien! Es aun más regalo poder leerles, ver esas bellas fotos e imaginar esas maravillas naturales, humanas y espirituales que están viviendo a diario (incluidos los baldes de agua...ups!).
    Por momentos imagino estar junto a ustedes viendo todo eso.... creo que es la extrañeza de no tenerles... pero también el cariño y admiración de esta aventura en la que andan.
    Les mandamos abrazos y besos llenos de cariño!! (Sergio y Mark) =)

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    1. Sergio & Mark!!!
      Saben que nosotros también les extrañamos, a ustedes y a toda la buena gente que dejamos en Yucatán! Pronto nos volveremos a ver en Euskadi! Nos encanta saber que disfrutan junto con nosotros. Muchísimos besos y abrazos de vuelta!!

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  10. Hola chicos! Que increíble eso!
    Hemos decidido no pedalear Ecuador por vários motivos y ojalá nos encontremos en Perú.
    Vamos llegar en Huaraz en unas dos semanas.
    Después escribimos más.
    Abrazos desde Quito!

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    1. CÓMO??!!!!! NOSOTROS TAMBIÉN ESTAREMOS EN HUARAZ EN 15-20 DÍAS! tenemos que vernos y pedalear juntos! Estarán en Huaraz algunos días, nosotros esperamos allí un paquete y creemos que haremos algún trekking o algo. Platicamos para vernos!!!

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