La experiencia en El Salvador es diferente e incomparable a
lo anteriormente vivido. Las tres personas que nos esperan en la frontera con
Guatemala son agentes de la policía turística del país que nos acompañarán en
todo nuestro trayecto por el territorio. La policía turística es una figura que
ya habíamos conocido en Guatemala y nos resultó de gran agrado y relajación.
Nos estaba pareciendo muy frustrante escuchar comentarios como “no, por ahí no,
que te asaltan…” ante algunas de nuestras propuestas para subir volcanes o
ciclar por ciertas carreteras. No sabemos si es una solución adecuada o
definitiva, pero entendimos que mediante el acompañamiento gratuito de estos
elementos, como se autodenominan, el turista podía realizar muchas de las
actividades que se habían vuelto peligrosas en el país debido a las amenazas de
asalto.
En Guatemala nunca requerimos su presencia y en El Salvador
nos la regalaron debido a la amistad y afecto de Iñaki, el aita de Erik, con un
muy comprometido salvadoreño que ama su país y desea el progreso del mismo (no
sabemos si tenemos su permiso para nombrarlo aquí, por eso no lo hacemos).
Parte del pelotón de estos días |
Por lo tanto, estamos recorriendo estas tropicales tierras
de una manera un tanto diferente a como lo hicimos en Guatemala y México: con
un auto de policía detrás el cual evita que los camiones y carros nos pasen
demasiado cerca, nos alumbra en los primeros túneles de esta aventura y debe
detenerse en caso de que coincidamos en tiempo y lugar con un fuerte choque
entre un auto y un repartidor de bombonas de gas.
Días atrás, cuando en Antigua de Guatemala observábamos a 10
jóvenes custodiados por 7 hombres nos preguntábamos qué cosas tan malas habrían
de haber hecho sus papás que necesitaban tal despliegue de medios para asegurar
su bienestar. Ahora nos sentimos algo conflictuados y dedicamos varios
kilómetros a una larga conversación sobre cómo vamos a recibir tanta dedicación
a dos “pringados” como nosotros. Valoramos muchísimo el gesto, la relación de
amistad construida entre Iñaki y los hospitalarios salvadoreños… Entendemos
también que esto nos relaja por unos días al menos en cuanto al tema de
seguridad, que no es precisamente ignorable por completo. Además, sentimos que
los agentes son muy sensibles a las “necesidades” o deseos de cada viajero. Con
todo, decidimos vivir y disfrutar la experiencia, de lo cual no nos
arrepentimos, empezando porque por momentos pareciera que la oficina de turismo
va con nosotros a todas partes para contestar dudas históricas, sociales,
paisajísticas, fauna-florales… Ciertamente, no creemos estar llegando tan cerca
del pueblo salvadoreño como si hubiéramos pedaleado solos, pero somos
conscientes de que cada experiencia es única, y esta es la nuestra, ¡pues!
Recuperando fuerzas con las magníficas pupusas salvadoreñas |
Gracias a esta coyuntura El Salvador nos ha regalado exquisitos
platillos de pescado y otros manjares como por ejemplo las pupusas, un buceo en
el lago Ilopango (cráter de volcán), noches en sabrosas camas, montar y manejar
una moto acuática en Barra de Santiago, ver caimanes en su hábitat, observar a
surfers en una de las olas más importantes y largas de Centro América, nuestro
primer baño en el Pacífico, una visita guiada por el corazón de San Salvador y
un sinfín de lujos que no esperábamos y seguramente tampoco merecíamos.
El Tunco, una de las mejores olas de esta parte del mundo |
Buceo en el lago, crater volcánico, de Ilopango |
San Salvador |
ENGLISH
El Salvador
The experiences in El Salvador are different and not comparable with everything we had experienced before. We are received by three policemen for tourists at the border who accompany us the whole way through the country. This type of officials we already know from Guatemala and we travel carefree and relaxed because of their presence. But it does bother us when we hear: "No, don't ride along that road, there is the risk of you being attacked”. when we propose a route or try to reach a volcano over a decided rout. Whether these policemen will continue accompany tourists in a few years, we do not know, right now it seems to be the appropriate help against the risk of attacks.
In Guatemala, we did not need the police and in El Salvador we are constantly accompanied by a policeman due to the friendship which Iñaki, Erik's father, has with a very dedicated Salvadoran who tries to help in the progress of his country (we do not have his permission to give his name) ,
Photo 1: Part of the squad these days.
So we travel through El Salvador in a very different way than we did in Guatemala and Mexico, with a police car behind us. It prevents trucks and cars from passing too close to us and in the tunnel we went through, the car lit our way (the first tunnel on our trip). A few days ago in Guatemala we saw 10 young people who were arrested by seven men and we wondered what they had done wrong to be so heavily guarded. Now we feel a bit uncomfortable because we have a police car for us. We discuss this during the ride of several kilometers. But we are grateful for the gesture, which is based on the friendship Iñaki's with the hospitable Salvadoran agents. As a result, we don't have to worry for a few days about our safety, something that should never be ignored in our endeavour. We also note that the police respond to our questions and problems. So we decide to enjoy the journey and to ask questions about the life in El Salvador, the history and the countryside. Of course, we do not have contact with the locals as we would have had without our guidance, but every experience is unique.
Photo 2: Gathering strength with specialties from El Salvador.
Thanks to the accompaniment we can enjoy delicacies and also diving in Lake Ilopango (volcanic crater). We spend nights in proper beds, drive with an aqua bike in Barra de Santiago, see caimans and surfers on one of the best waves in Central America, swim in the Pacific, visit with a guide San Salvador and many other things which we were not expecting and certainly do not deserved.
Photo 3:
El Tunco, one of the best waves
Photo 4: Diving in the volcanic lake.
Photo 5: San Salvador.
Now Honduras and Roatan are waiting for us
DEUTSCH
El Salvador
Die Erlebnisse in
El Salvador sind anders und nicht zu vergleichen mit allem Bisherigen. Wir
werden von drei Polizisten für Touristen an der Grenze erwartet, die uns auf
der ganzen Strecke durch das Land begleiten. Diese Art von Beamten kennen wir
schon aus Guatemala und wir reisen durch ihre Präsenz sorglos und entspannt.
Aber es stört uns schon, wenn wir hören: “Nein, dort fahrt nicht lang, man
könnte Euch überfallen“, wenn wir eine Route vorschlagen über bestimmt Wege
oder um einen Vulkan zu erreichen. Ob
diese Polizisten die Touristen auch noch in ein paar Jahren begleiten werden,
wissen wir nicht, zu diesem Zeitpunkt scheint diese Hilfe angebracht zu sein,
wegen der Gefahr von Überfällen.
In Guatemala
brauchten wir die Polizei nicht und in El Salvador begleitet uns ständig ein
Polizist denn Iñaki, Eriks Vater, kennt einen sehr engagierten Salvadoraner,
der bemüht ist um den Fortschritt seines Landes (Wir haben keine Erlaubnis,
seinen Namen zu nennen).
Foto 1: Teil des
Trupps (pelotón) in diesen Tagen.
So bereisen wir El
Salvador auf eine ganz andere Weise, als wir es in Guatemala und Mexiko getan
hatten: mit einem Polizeiauto hinter uns. Es verhindert, daß Lastwagen und
Personenwagen zu dicht an uns vorbeifahren und in den Tunnel haben wir durch
das Auto Licht (die ersten Tunnel unserer Reise).
Einige Tage
vorher in Guatemala sahen wir 10 Jugendliche, die von sieben Männern
festgehalten wurden und wir fragten uns, was sie wohl verbrochen hatten, um so
stark bewacht zu werden. Jetzt fühlen wir uns ein bißchen unwohl, weil wir ein
Polizeiauto für uns haben. Darüber reden wir auf der Fahrt von mehreren
Kilometern. Aber wir sind dankbar für die Geste, die auf der Freundschaft
Iñakis mit den gastfreundlichen Salvadoranern beruht. Dadurch haben wir einige
Tage keine Sorge um unsere Sicherheit, die man bei unserem Unterfangen nie außer
Acht lassen sollte. Außerdem merken wir, daß die Polizisten auf unsere
Fragen und Probleme eingehen. Also entschließen wir uns, die Reise zu
genießen
und Fragen über das Leben, die Geschichte und die Landschaft zu stellen.
Natürlich haben wir nicht den Kontakt mit den Einheimischen wie wir ihn hätten
ohne unsere Begleitung, aber jedes Erlebnis ist einzigartig.
Foto 2: Kräfte sammeln mit Spezialitäten aus El
Salvador.
Dank der Begleitung können wir Delikatessen genießen
und auch im See Ilopango (Vulkankrater)
tauchen. Wir verbringen Nächte in richtigen Betten, fahren mit einem
Aquamotorrad in Barra de Santiago, sehen Kaimane sowie Surfer auf einer der
besten Wellen Mittelamerikas, baden im Pazifik, besuchen mit einem Führer San
Salvador und vieles andere, was wir nicht erwartet hatten und sicher auch nicht
verdienten.
Foto 3: El Tunco, eine der besten Wellen
Foto 4: Tauchen im Vulkansee.
Foto 5: San Salvador.
Jetzt erwartet uns Honduras und Roatán
Un gusto recibir noticias de ustedes. Por lo leído van muy bien custodiados y guiados. Les deseo todo siga igual o mejor. Un fuerte abrazo. Yanick
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