jueves, 17 de septiembre de 2015

Entre Chile y Argentina

Las palabras y cualquiera de las imágenes que podamos compartir con todos vosotros quedan escasas para describir estos momentos que hemos vivido en los últimos días. Esto no quiere decir que estas últimas fechas hayan sido “más” especiales que otras, pero en lo particular a mí, Erik, me han calado hondo. Como mi buen amigo Benja me comenta, son cosas del wildness.


Lago Futalaufquen, en el P.N. Los Alerces

Bosque de árboles que dan nombre al parque
Estamos en Chaitén, después de rodar nuestra primera jornada por la esperada Carretera Austral. La verdad, no ha sido algo muy diferente a lo que traíamos, sobre todo al último tramo recorrido por Argentina: Bolsón y el Parque Nacional Los Alerces. Tratamos de encontrar un lugar donde pasar la noche. No es mucho lo que pedimos: un lugar tranquilo, donde poner nuestros colchones o carpa, si no tuviéramos techo. La gente no parece que quiera ayudar mucho a que encontremos  nuestro dormitorio del día. Tras horas de búsqueda, la enésima persona con la que hablamos nos comenta del camping municipal, ¡¡gratuito!! ¿Por qué no antes?


Buho Pequén, su plumaje en la parte de la nuca hace creer que tiene dos ojos, de manera que cuando está sobre una presa otras rapaces creen ser observadas por él.


Resulta un lugar frente al mar, con mesas, bancos y un quincho (en este caso, especie de “quiosco de la música”) con el centro de éste preparado para hacer fuego. Además encontramos en las cercanías todo tipo de madera podada con lo que prendemos la primera hoguera en la que con una sola cerilla las llamas trabajan por sí mismas. Por si esto fuera poco, tenemos a nuestra izquierda el volcán Corcovado, un coloso de 2.300 metros, puntiagudo (no tiene mucho aspecto de volcán) y bien nevado. A nuestras espaldas y bien cerca, por si hiciera falta algún protagonista más para hacer del lugar algo mágico, tenemos al volcán Chaitén. Sus humeantes fumarolas nos recuerdan que hace 7 años recuperó su actividad, tras su erupción, el aluvión que sucedió a las cenizas se llevó por delante al pueblo Chaitén Viejo. 

Volcán Corcovado sobre bahía de Chaitén

La mañana nos depara una preciosa sorpresa: mientras tomamos unos matecitos después de haber  desayunado, los primeros rayos del sol, comienzan a iluminar al Corcovado, y ¡SPLASHH! Un delfín salta por completo fuera del agua, a 50 metros de nosotros. La bahía en la que estamos se llena de delfines mostrando sus aletas. Diferentes grupos de cetáceos juegan frente al quincho que nos ha albergado esta noche. 
Uno de los grupos de delfines que juguetearon frente a mi, ¡mágico!


Cuando la excitación nos lo permite, retomamos nuestra labor de este año (ayer, 15 de Septiembre, cumplimos un año de viaje): pedalear.





Las jornadas en estos días se caracterizan por una especial dureza: el ripio. El mismo nos obliga a ir más lentos y a prestar mayor atención al trazado de nuestras ruedas. Terminamos cansados, tanto física como mentalmente y caemos redondos en nuestros sacos. Las noches se están haciendo más cortas, por otra parte, y ya no disfrutamos de las 13 horas de sueño diarias que semanas atrás teníamos. En el norte de la Carretera Austral, donde grandes columnas de vegetación impiden mayor visión del horizonte del que abre la ruta, el sube y baja es constante y empinado. Al parar para descansar entendemos por qué a este terreno se le llama “rompe-piernas”.


Garbi en la Austral


Cuando llegamos a la Isla de Chiloé esta característica del terreno no hace más que acrecentarse. En Chile el territorio está dividido en regiones. Si hablas de algún lugar o ciudad, la gente pronto hace la conexión de la región a la que te estás refiriendo. Suelen decir algo así como, “ah, eso es en la quinta región” o “sí, al entrar a la novena”. Chiloé, que está en la décima, es simplemente Chiloé. Simplemente o no tan simplemente: la isla genera mucho cariño entre los chilenos (un ejemplo de ello se puede apreciar en la película que tanto nos han recomendado y que a su vez recomendamos ahora “Mi mejor enemigo”, sobre la relación entre soldados de este país y de la vecina Argentina en el borde patagónico cuando acechaba una guerra que finalmente y afortunadamente nunca se dio. Está en youtube en muy buena calidad). Todos nos hablan de sus iglesias, construidas con tejuelas de alerce y nombradas patrimonio de la humanidad en los recientes años. También las creencias y el misticismo de las gentes es razón de orgullo. Las caletas o bahías cerradas, sobre todo en días en los que luce el sol nos parecen paisajes tranquilizadores aunque también tenemos la suerte de conocer la costa oeste, donde las olas del mal llamado mar Pacífico rompen casi tan violentamente como en la playa de Bakio.


Caleta Gonzalo, en la Austral. Esperamos durante 21 horas al ferry en una parada de bus. Teníamos que haber hecho un cortometraje
El estar rodeados de mar trae sus propias consecuencias: por fin comemos una media de dos veces por semana pescado como se acostumbraba a recomendar a las madres en Euskadi entre los 80 y 90. Se trata sobre todo de truchas y salmones preparados con gusto y sazón. En Ancud, Jaime Vidal nos invita a un salmón con queso y chorizo que nos sabe exquisito. La industria de este pescado está sufriendo una grave crisis como nos explica Julio en Quemchi y Jaime Oyaneder en Castro. El primero es buzo y se sumerge diariamente en estas frías aguas para dar mantenimiento a las redes y la infraestructura que la especie necesita para ser explotada.


Palafitos en Castro, capital chilota


Interior del crucero de la iglesia de Castro, ¡pura madera!
Otra de las consecuencias que tiene este paisaje rodeado de mar y agua es que hemos tenido que tomar ya 4 barcazas. “Lucky we”, en la mitad de ellas hemos encontrado a personas tan prestas a ayudarnos, que nos han permitido subir las bicicletas a su camión o camioneta y evitar así el elevado costo del transporte de la misma.


Lobo de mar, posando para ser retratado

Todas estas gentes son co-patrocinadores de este viaje, entendiendo el patrocinio como algo que hace posible la aventura. En las últimas fechas, hemos caído en pueblos en los que no nos hemos sentido para nada bienvenidos. Creemos que se debe al alto número de ciclistas y mochileros que recorren estas tierras en épocas estivales. Los lugareños están cansados de ellos y del apoyo que esperan recibir tan solo por estar de viaje. Desde el principio de esta experiencia, todavía en México o Guatemala, cuando la búsqueda de posada cada noche resultaba tan fácil nos dijimos que no queríamos naturalizarla en ningún caso; que no queríamos que esto se volviera en algo “normal” para nosotros y que cuando no resultara tan sencilla o recibiéramos negativas como respuesta a nuestra petición de un lugar comunitario y seguro para pasar la noche, nos enfadáramos o insistiéramos en que tenían que proporcionárnoslo. En el camino hemos conocido a ciclistas que por el mero hecho de serlo piensan que tiene  derecho a ello. Nosotros no estamos de acuerdo. Nos sentimos incómodos cuando la interacción con los habitantes del lugar al que llegamos es negativa. Cuando parece que molestamos. Y abrazamos los momentos en los que la gente reacciona con interés hacia nosotros y hacia la experiencia que estamos teniendo. Esto suele darse más comúnmente con personas que han viajado: muchos nos dicen que saben lo que es estar lejos de casa y que alguien se acerque a hablar contigo. Otros recuerdan el trato recibido en épocas pasadas, cuando ellos mismos recorrían el mundo por ocio, trabajo u otras razones y quieren devolver algo de lo que tanto estimaron en su momento. Lo vemos como una cadena de favores que se reproduce y que no necesariamente regresa a quien participó de ella. Y nos hace sentir especiales y felices el vernos como un eslabón más.



¡¡La ruta sigue!!




ENGLISH
Between Chile and Argentina

Words and pictures, which we transmit, are not enough to express what we have experienced in recent days. Although nothing special has occurred, but as for me, Erik, I am deeply impressed. As my friend Benja would say: "These things are the" wildness ".

Photo 1: The Futalaufquen lake in the National Park "Los Alerces".

Photo 2: larch forest, which gives the park its name.

We are in Chaitén after a day on the Austral road, something we had anted to do for such a long time.  Actually, we found no difference compared to our already passed routes, especially the last part, when we have returned to Argentina in Bolson and the National Park "Los Alerces".
We are looking for a place to sleep. It should only be a quiet, safe place where we can set up our tent when one can offer us no roof over our heads. Apparently people do not want us to help. After hours of searching a person informed us that there was a campsite belonging the municipality, which is even free. Why not earlier???

Photo 3: The Eagle Owl Pequén. His pen-neck lets other raptors believe he would have four eyes, so that they feel observed by the owl and do not disturb him while eating his prey.

The campsite is situated on the seashore and has tables and benches as well as a roofed terrace where you can light a fire. We find very near wood from pruned trees and ignite the fire with only one match. But not only the fire pleases us, but also the volcano Corcovado to our left, a colossus of 2.300m, with a snow-covered mountain peak (unusual for a volcano). Behind us and pretty close, we see the volcano Chaitén, as if we would not have been happy about the prospect before us. Its smoke remember that he was active seven years ago. The lava buried the village of Chaitén Viejo.

Photo 4: The volcano Corcobado behind the Bahía Chaitén.

The morning brings us a nice surprise. While we drink Mate after breakfast and the first rays of sun cover the Corcoado, suddenly a dolphin jump in its entire length from the water only 50m in front of us. The dolphins fill the bay, of which we see the fins. Different groups of dolphins and whales play in front of our eyes.

Photo 5: A group of dolphins (like magic).

Photo 6: A year on the bike.

The last few days have been particularly difficult because of the gravel road. We have to drive more slowly and very focused. Therefore, we are at the end of a day's drive tired, physically and mentally, and just want to sleep. The nights are getting shorter. So we no longer sleep 13 hours as before. The Northern Austral Road allows no view on the upcoming route because of the dense vegetation on both sides. The track goes up and down, without interruption and with steep slopes. We need to stop and rest. The local people call this part of the road "leg-breaking".

Photo 7: Garbi on the Austral Road.

On the island of Chiloé, the constant ups and downs still increase. Chile is divided into fifteen regions. When one speaks of a place or a town, one focuses on the regions ("yes, it is in the fifth region" or "I was in the ninth." Chiloé, located in the tenth region, is just Chiloé. But it is in the hearts of many Chileans. This can be seen in the movie "My Best Enemy", which tells of a coming war between Chile and Argentina. Fortunately, it was able to be averted. One can see it in YouTube. The quality is very good.
Many people tell us about their churches, which are built of larch wood and were declared a World Heritage site in recent years.People confess their faith and mysticism with pride.
The bays give us the impression of rest, especially on days with sunshine. But we also have the good fortune toseet the west coast, where the waves of the wrongly so called Pacific Ocean crash almost as strongly against the coastal surge as in Bakio.

Photo 8: Gonzalo Bay on the Austral Road. We wait 21 hours for the ferry at a roofed bus stop. We should make a short film.

The fact that we drive along the sea has consequences. Finally, we eat on average twice a week fish, just as was recommended to the mothers in the Basque Country in the '80 and ‘90s. Mostly it is salmon or trout cooked very tasty. In Acud Jaime Vidal invites us to salmon with cheese and saussage. It tastes excellently. Fishing is effected by a crisis as we are told by Julio in Quemichi and Jaime Oyaneder in Castro. The former is diver and works daily in these cold waters maintaining nets and other things in good condition for fishing.

Photo 9: Stilt houses in Castro, capital of Chiloé.

Photo 10: The nave of the Church of Castro. Everything made of wood!!

Since we are surrounded by water, we have had to take a ferry four times."Lucky us," fortunately we met people who loaded our bikes onto their trucks and thus saved us the high crossing costs.

Photo 11: Seal, ready for shooting a photograph.

All these persons are co-sponsors of this trip. They make it possible. Lately we passed through places where we did not feel welcome. We believe that the natives are tired of the many cyclists and walkers who arrive during the summer time. All expect help from people just because they believe they are entitled to. Even in Mexico or Guatemala, where it was easy to find an accommodation, we promised never to consider this help of the people a normal thing. If we would not be offered this help, we would not react angry and rude. On our trip we met cyclists who believed they had a right to assistance. We do not share this opinion and do not feel well when the contact with the locals is not friendly, when it seems as if we were disturbing them. We are grateful when people are interested in us. That is usually the case with people who have traveled. Many tell us that they know how it feels when one is far away from home and that one is grateful for the contact with the locals. Others remember the hospitality on their travels for professional reasons or for sport and now they want to pass on their experience. It is as if a chain of hospitality runs onwards. And we feel happy and content to be a part of this chain.

Photo 12: The journey continues.
DEUTSCH
Zwischen Chile und Argentinien

Worte und Fotos, die wir Euch vorstellen, reichen nicht, um das auszudrücken, was wir in den letzten Tagen erlebt haben. Zwar hat sich nichts Besonderes ereignet, aber was mich betrifft, Erik, so bin ich tief beeindruckt. Wie mein Freud Benja sagen würde: „Das sind Dinge der „Wildness“.

Foto 1: Der Futalaufquen See im Nationalpark „Los Alerces“.
Foto 2: Lärchenwald, der dem Park den Namen gibt.

Wir sind in Chaitén nach einem Tag auf der, von so ersehnten, Australstraße. Eigentlich finden wir keinen Unterschied im Vergleich zu unseren bisherigen Routen, vor allen Dingen der letzte Teil, den wir in Argentinien zurückgelegt haben in Bolsón und dem Nationalpark „Los Alerces“.
Wir suchen einen Schlafplatz. Es soll nur ein ruhiger, sicherer Ort sein wo wir unser Zelt aufstellen können wenn man uns kein Dach über dem Kopf anbieten kann. Anscheinend wollen uns die Leute nicht helfen. Nach stundenlangem Suchen informiert uns eine Person, dass es einen Campingplatz der Gemeinde gäbe, der sogar kostenlos ist. Warum nicht gleich???

Foto 3: Der Uhu Pequén. Seine Federart im Nacken lässt andere Raubvögel glauben, er hätte vier Augen, so dass sie sich vom Uhu beobachtet fühlen und ihn beim Verzehr seiner Beute nicht stören.

Der Campingplatz liegt am Meeresufer und verfügt über Tische und Bänke sowie einer bedachten Terrasse, auf der man ein Feuer anzünden kann. Wir finden ganz in der Nähe Holz von gestutzten Bäumen und zünden mit nur einem Streichholz ein Feuer an. Aber nicht nur das Feuer erfreut uns, sondern auch der Vulkan Corcovado zu unserer Linken, ein Koloss von 2.300m, mit einer verschneiten Bergspitze (ungewöhnlich für einen Vulkan). Hinter uns und ziemlich nahe, sehen wir den Vulkan Chaitén, als wären wir nicht schon glücklich über die Aussicht vor uns. Seine Rauchwolken erinnern daran, dass er vor sieben Jahren aktiv wurde. Die Lavamassen begruben das Dorf Chaitén Viejo unter sich.

Foto 4: Der Vulkan Corcobado hinter der Bahía Chaitén.

Der Morgen bringt uns eine schöne Überraschung. Während wir nach dem Frühstück Mate trinken und die ersten Sonnenstrahlen auf den Corcoado fallen, springt plötzlich ein Delphin in seiner ganzen Länge aus dem Wasser, nur 50m vor uns. Die Bucht füllt sich mit Delphinen, von denen wir die Flossen sehen. Verschiedene Gruppen von Delphinen und Walen spielen vor unseren Augen.

Foto 5: Eine Gruppe von Delphinen (wie ein Zauber).
Foto 6: Ein Jahr auf dem Fahrrad.

Die letzten Tage sind besonders schwer gewesen wegen der Schotterstraße. Wir müssen langsamer fahren und uns sehr konzentrieren. Daher sind wir am Ende einer Tagesfahrt müde, körperlich sowie geistig und wollen nur noch schlafen. Die Nächte werden kürzer. Daher schlafen wir nicht mehr 13 Stunden wie vorher. Die nördliche Australstraße gestattet keinen Ausblick auf die bevorstehende Route wegen der dichten Vegetation zu beiden Seiten. Die Strecke geht rauf und runter, ohne Unterbrechung und bei steilem Gefälle. Wir müssen anhalte und uns ausruhen. Der Volksmund nennt diesen Teil der Straße  „beinbrechend“.

Foto 7: Garbi auf der Australstraße.

Auf der Insel Chiloé steigert sich das dauernde Auf und Ab noch. Chile ist in fünfzehn Regionen eingeteilt. Wenn man von einem Ort oder einer Stadt spricht, orientiert man sich nach den Regionen ( „ja, das liegt in der fünften Region“ oder „ich was in der neunten“. Chiloé, das in der zehnten Region liegt, ist einfach nur Chiloé. Aber es liegt vielen Chilenen am Herzen. Das kann man in dem Film „Mein bester Feind“ sehen, der von einem bevorstehenden Krieg zwischen Chile und Argentinien berichtet. Glücklicherweise konnte er abgewendet werden. Man kann ihn in YouTube sehen. Die Qualität ist sehr gut.
Vielen Menschen erzählen uns von ihren Kirchen, die aus Lärchenholz gebaut sind und zum Weltkulturerbe  ernannt wurden in den letzten Jahren. Den Glauben und die Mystik bekennen die Leute mit Stolz.
Die Buchten schenken uns den Eindruck von Ruhe, besonders an Tagen mit Sonnenschein. Aber wir haben auch das Glück, die Westküste kennenzulernen, wo die Wellen des zu Unrecht genannten Pazifik fast so stark gegen die Küste branden wie in Bakio.

Foto 8: Gonzalobucht an der Australstraße. Wir warten 21 Stunden auf die Fähre an einer bedachten Bushaltestelle. Wir hätten einen Kurzfilm drehen sollen.

Dass wir am Meer entlang fahren hat Konsequenzen. Endlich essen wir durchschnittlich zwei Mal die Woche Fisch, so wie man es den Müttern in Euskadi in den 80ziger und 90ziger Jahren empfahl. Meistens ist es Lachs oder Forelle sehr schmackhaft zubereitet. In Acud lädt uns Jaime Vidal zu Lachs mit Käse und Knackwurst ein. Es schmeckt uns vorzüglich. Der Fischfang steckt in einer Krise wie uns Julio i Quemichi und Jaime Oyaneder in Castro erklären. Ersterer ist Taucher und arbeitet täglich in diesen kalten Gewässern um Netze und andere Dinge für den Fischfang in gutem Zustand zu halten.

Foto 9: Pfahlbauten in Castro, der Hauptstadt von Chiloé.
Foto 10: Das Mittelschiff der Kirche von Castro. Alles aus Holz!!

Da wir von Wasser umgeben sind, haben wir schon vier Mal eine Fähre nehmen müssen. „Lucky us“, zum Glück haben wir Personen getroffen, die unsere Fahrräder auf ihre Lastwagen geladen haben und uns damit die hohen Überfahrtkosten ersparten.

Foto 11: Seerobbe, bereit zur Aufnahme.

Alle diese Personen sind Kosponsoren  dieser Reise. Sie machen sie erst möglich. In letzter Zeit kamen wir durch Orte, in denen wir uns nicht willkommen fühlten. Wir glauben, dass die Einheimischen der vielen Radfahrer und Wanderer, die während der Sommerzeit ankommen, müde sind. Alle erwarten Hilfe von den Leuten nur weil sie glauben, Anspruch darauf zu haben. Schon in Mexiko oder Guatemala, wo es einfach war, eine Unterkunft zu finden, versprachen wir uns, diese Hilfe der Menschen niemals als normal anzusehen. Wenn uns diese Hilfe nicht geboten würde, wollten wir deswegen nicht böse und unhöflich reagieren. Auf unserer Reise haben wir Radfahrer getroffen, die meinten, sie hätten ein Recht auf Hilfe. Wir sind nicht dieser Meinung und fühlen uns nicht wohl wenn der Kontakt mit den Einheimischen nicht freundlich ist, wenn es scheint als würden wir sie stören. Wir sind dankbar wenn die Leute sich für uns interessieren. Das ist meistens der Fall bei Personen, die gereist sind. Viele erzählen, dass sie wissen wie man sich fühlt wenn weit weg von der Heimat ist und dass man dankbar ist für den Kontakt mit den Einheimischen. Andere erinnern sich an die Gastfreundschaft auf ihren Reisen aus beruflichen Gründen oder aus sportlichen und jetzt wollen sie das erhaltene weitergeben. Es ist wie eine Kette von Gastfreundschaft die immer weiter vorwärts läuft. Und wir fühlen uns glücklich und zufrieden, ein Teil dieser Kette zu sein.


Foto 12: Die Reise geht weiter.

10 comentarios:

  1. Felicidades por un año de viage en bici!!! Vuestra historia es fascinante. Um beso pareja Foca

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    1. Gracias Foquiña!!!! Ya no queda nada, pero nada nada... Estaremos pensando en vosotros! Ánimo!!!

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  2. Siento ser repetitiva, pero es lo primero que me sale del alma: ¡¡¡¡Qué fotos más alucinantes!!!! Creo que merece la pena el gran esfuerzo que estáis haciendo en esas carreteras de ripio sabiendo que os encontráis con esta maravilla de paisajes, tanto flora como fauna (la foto del lobo de mar es de las más tiernas que he visto).
    Y no todo va a ser daros jabón, os voy a sacar un defectillo, no sé si lo habéis hecho a propósito o no, pero la letra gris sobre fondo blanco cuesta mucho leerla. Si podéis ponedla como en las otras entradas, blanco sobre negro, que se lee mucho mejor.
    Bueno ¡¡¡¡enhorabuena por ese año ciclando!!!! Espero que en las próximas celebraciones las velas que sopléis estés sobre tartas más jugosas que en ésta, puro hierro y cera ¡¡¡jajajaja!!!!
    Y ahora un poco de cotilleo: Hoy se casa Maroto en su antiguo despacho del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, todo un acontecimiento social, jajajaja.
    Muchos besos para los dos de Trini, Iñaki y Pilar.

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    1. LO de la letra lo hemos intentado cambiar por diestro y siniestro, peor no podemos. Lo que sí le voy a dar más color a la letra... Pero el fondo y el formato, no más no quiere ser el que nosotros queremos.
      Del lobo hay mil fotos porque dejó que nos acercáramos a 2 metros, ya te las enseñaremos.
      Disfrutad mucho el fin de semana!!

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    2. Kaixo bikote. Joooooo Ya esta bien de darnos tantísima envidia, lo hacéis queriendo o que?? cada entrada que hacéis os superáis muchísimo. pienso igual que la Ama, las fotos preciosas! Garbiñe en la Austral aparte de bonita no tiene desperdicio, y el lobo de mar.... dan ganas de darle un muxu en los morros pero la que se lleva el premio es la que estáis celebrando el aniversario, un año!!! se dice pronto, la de cosas buenas y no tan buenas que habréis visto y pasado. Ya os falta poco para terminar esta Odisea y estar con vuestras familias, os vais a hartar de tantos mimos que os van a dar. Mientras tanto seguir regalándonos esas fotos y relatos que tanto nos gustan... Muxu bana.

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    3. Eso está hecho, Aurora! Gracias por seguir tan pendiente y disfrutar con nosotros

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  3. Kaixo bikote? Acaba de terminar la 63 edición de Zinemaldia, os podéis imaginar como ha estado Donostia... preciosa! nos han visitado entre otros Rober de Niro, pero por lo que estoy super contenta es que por primera vez llevamos a los Oscar una película rodada en Euskadi y hablada íntegramente en Euskera la han elegido como película de habla no inglesa, se titula LOREAK y es preciosa.igual os parece una tontería pero a mi me ha hecho mucha ilusión. Beno besarkada aundi bat ta muxu bana

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  4. Hola Aurora!!! Creía que te habíamos contestado y veo que no. Parkatu. Vimos Loreak, nos la pasó Ofelia Larrea, una señora que vino a vivir a la Argentina cuando tenía 7 años y hoy en día dirige, dinamiza, gestiona... la casa vasca de San Juan. Nos alegramos también mucho del exitazo. A mi, personalmente, me dutó la fotografía de la película y también me quedé pensando mucho en qué tantos mensajes se podía sacar de ella. Muxus zuri be!

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  5. Hola Garbiñe y Erick, desde Concón les hago llegar mi sentido pesar por vuestra inesperada pérdida. Un afectuoso abrazo a los dos.

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  6. Muchas gracias por tu mensaje, Ricardo!!! Nosotros tambièn te mandamos un abrazo enorme. Estamos bien. Aceptamos que la naturaleza haya decidido "lo mejor" para todos y habrà otras posibilidades: Hasta pronto!

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